“Los melanomas se desarrollan especialmente en personas de piel y ojos claros con dificultad para broncearse y que han sufrido quemaduras solares, fundamentalmente en la infancia o adolescencia” Dra. Estefanny Carrillo
¿Qué es un melanoma?
El melanoma es un tipo de cáncer cutáneo. Aunque es considerado uno de los menos frecuentes (aproximadamente el 5% de los tumores de piel) ha ido aumentando de forma considerable en los últimos años.
Este cáncer se produce porque las radiaciones solares (entre otros factores) alteran el ADN de los melanocitos o células productoras de melanina (pigmento que da color a la piel), estas empiezan a dividirse y crecer descontroladamente, invadiendo los tejidos sanos alrededor y otros órganos a distancia, menciona la Dra. Estefanny Carrillo Bulla, médica de la Universidad Juan N. Corpas.
¿Se puede prevenir?
Sí, una de las medidas para prevenirlo es utilizando protector solar. Un estudio realizado en Australia, con seguimiento de 15 años, encontró que la aplicación diaria de protector solar fue evidente para el melanoma invasivo, el cual mostró un 73% de decremento.
¿Cómo y cuándo usar el protector solar?
- Aplicar 20 minutos antes de la exposición solar, repitiendo la aplicación cada 2-3 horas, especialmente si se presenta sudor excesivo o después de un baño prolongado.
- Existen protectores que presentan una capacidad variable de protección frente a la radiación ultravioleta A (UVA); se dividen en protección ligera (FPS <15), media (15 a 29), fuerte (30 a 59) y muy fuerte (> de 60), sin embargo las dos últimas categorías, por consenso y para evitar confusión, en el envase se etiqueta con FPS 50+.
- Se recomienda aplicar en niños mayores de 6 meses de edad.
Además del efecto de las radiaciones solares, el riesgo de presentar un melanoma aumenta con:
- La existencia de antecedentes familiares o personales de este tumor.
- La presencia en la piel de gran número de lunares (más de 50 o 60).
- Xeroderma pigmentoso enfermedad hereditaria que afecta la capacidad de las células de la piel de reparar el daño causado a su ADN.
- El padecimiento de quemaduras solares con ampollas durante la infancia y adolescencia.
- Utilizar camas o lámparas solares y cámaras de bronceado.
- Edad avanzada.
Fuente: Guía de Práctica Clínica GPC Prevención Primaria y Detección Oportuna del Melanoma Cutáneo en Población General en el Primer Nivel de Atención Médica .
Guía de Práctica Clínica con Evaluación Económica para la Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Seguimiento del Cáncer de Piel No Melanoma: Queratosis Actínica .