La semana anterior vimos cómo utilizar el exposímetro de nuestras cámaras. Esta semana vamos a hablar de uno de los grandes inventos que nos ha traído la fotografía digital, el Histograma.
El histograma es simplemente un gráfico que nos va a mostrar nuestra cámara. Descompone nuestra imagen ordenando todos los pixeles y agrupándolos en columnas.
El eje horizontal parte a la izquierda desde el 0 (que correspondería al negro absoluto) hasta el 255 a la derecha (que correspondería al blanco puro) mientras que el eje vertical va amontonando por filas cuantos pixeles tenemos con la misma luminosidad.
De esta forma, con solo echar un vistazo al histograma (y sin necesidad de ver la imagen) podemos saber cómo será el aspecto de nuestra fotografía, si habrá predominancia de tonos medios, claros u obscuros. Es el método mas fiable ya que la luminosidad ambiente afecta a la pantalla de nuestra cámara, puede suceder que en un día soleado apenas seamos capaces de verla o que haciendo fotografía nocturna la foto luzca estupenda en la cámara y al abrirla en el ordenador descubramos que esta subexpuesta.
También nos avisa si hemos hecho una correcta medición de la luz o por el contario debemos aumentar o reducir el tiempo de exposición. Hemos de saber que si vemos una línea ascendente que se corta por la derecha estaremos sobre exponiendo (quemando) y perdiendo información en los tonos claros, o sub exponiendo si la línea ascendente se corta por la izquierda. (negros absolutos sin detalle)
Lo ideal seria un histograma rico en tonos medios y ajustado al negro y el blanco, pero cualquier histograma es correcto, nosotros decidimos que tipo de imagen queremos tomar ya bien por motivos estéticos o porque simplemente lo queremos así podemos jugar con la disposición de la luminosidad en nuestra fotografía. Una fotografía con predominio de tonos oscuros correspondería a una clave baja y con predominio de tonos blancos a una clave alta.
El histograma solo nos proporciona información y nosotros elegiremos como usarla.
El histograma puedes comprobarlo cada vez que dispares una foto o si tienes suerte y tu equipo dispone de ello puedes verlo en tiempo real en la pantalla de tu cámara antes de hacer la foto.