Desde que tengo 15 años que voy a bailar y que considero estas salidas parte de mi estilo de vida, algo obvio y que no requiere esfuerzo, sólo levantar el teléfono (se me caen 10 años con eso de levantar el teléfono) y coordinar con tus amigos para ver a qué hora te pasan a buscar para ir a hacer cola al boliche/bar de turno. ¡Vamos, si en Argentina -y en América Latina- tenemos fiestas por doquier! Por eso cuando me tocó entrevistar a Marcos Rivero, productor y organizador de The Latin Club y Latin Power en Auckland, me llamó mucho la atención cómo me contó él su experiencia y su angustia frente a la falta de fiestas de este país. Realmente me sorprendí con su historia, la cual es fascinante y está llena de sorpresas.
Marcos, humildemente desde mi lado (pero seguramente haciendo eco de muchas otras voces latinas) te agradezco por habernos regalado estas fiestas que nos hacen sentir un poquito como en casa y por no tener que haber pasado por la necesidad que pasaste vos hace un par de años atrás. Y, como dice la canción “El mundo se esta sumando, a la fiesta de los latinos.” ♫
• Marcos, arrancamos con la pregunta más sencilla de todas, o quizás no tanto, ¿por qué dejaste Venezuela y viniste a Nueva Zelanda?
Emigré hace 8 años por el mismo motivo que la mayoría de los nuestros: la situación en América Latina. Vendí todo y vine a empezar de cero. Llegué con 30 años y con Visa de estudiante sabiendo que no iba a poder trabajar porque en esa época esa Visa no te lo permitía. Luego de los 3 meses de estudio de inglés, rendí el IELTS y así pude entrar a la Universidad. Hice un diplomado en Business, nivel 8, durante un año.
• ¿De qué trabajaste durante ese año haciendo el diplomado? ¿Cómo lograste subsistir?
Cuando obtuve esta nueva Visa que me permitía trabajar, empecé en hospitality como dishwasher. El primer día el dueño del lugar me dice: “Majo, tu tienes que ser seguridad, eres alto, tienes el porte para eso y aparte ahí pagan mucho mejor, esto no es para ti.” Y empecé a hacer eso y sí, se ganaba mucho mejor dinero, me alcanzaba para mí y para mandar a mi familia. Con esto de trabajar de security se me abrieron muchas puertas que me permitieron relacionarme con gente del ambiente. Trabajé en lugares como Orleans, Britomart Country Club, 1885 Britomart, entre otros tantos. Después me pusieron a trabajar como security de personas: tuve la oportunidad de cuidar a Venus Williams cuando estuvo acá. De a poco me fui abriendo camino.
• ¡Se nota que la parte social nunca ha sido un problema para vos!
Siempre me fue muy bien en la parte de relaciones públicas. Fui escalando y pasé a trabajar como jefe de seguridad de 1885 Britomart que en esa época era la disco más importante de Auckland. Estando ahí fue cuando empecé a adentrarme en el tema de las fiestas, conocí a muchos DJ’s, empresarios, gente que se dedicaba a este tipo de cosas, básicamente. Dueños de venues.
¡¿DÓNDE ESTÁ EL CARIBE EN ESTA CIUDAD?!
• Te fuiste haciendo una carrera en el ambiente de la noche pero siempre desde el lado de empleado: security, bar manager, jefe de área. ¿Cómo llegan a tu vida las fiestas latinas y te tienen a vos como productor y protagonista?
Vi que había un vacío en la noche, que no había nada caribeño, nada “mío”. Iba para Mexican Café y estaba bien pero no es tampoco algo típico nuestro (referencia a la música venezolana) y yo sentía la falta. Por otro lado ya estaba el auge de las Sudaka Party, fui a una y me encantó muchísimo, pero me seguía pasando lo mismo, era bien sur. Entonces me dije “yo tengo que hacer algo”. Para ese entonces estaba trabajando en The Empire y tenía una buena relación lo cual me permitió armar mi primera fiesta, las Latin Club. Entraron como 200 personas con entrada gratuita. Esto fue el 14 de diciembre de 2013 ó 2014, no recuerdo bien la fecha. Después de esa fiesta el dueño de Empire me dice si me interesaba hacer New Year’s Eve y yo sin dudarlo dije “sí, la hago”. Vinieron alrededor de 750 personas a esa fecha. Fue un boom.
• Pero toda esta movida era de boca en boca, no había cartelitos que pusieran o flyers que repartieran. Es realmente impresionante que hayan llevado a tanta gente, perdona que te lo diga así.
Sí, todo boca en boca, no había tanta movida en redes sociales. Se empezó a correr la bola y ahí fue cuando se creó el Latin Club propiamente dicho y creé la página y empecé a publicar y publicar. Luego de estas dos fiestas, se me abrió un mundo de posibilidades. El dueño de Empire me dice “Bueno, Marcos, ¿qué quieres? Te puedo ofrecer el puesto de Event y Bar Manager de Empire”. El puesto consistía en hacer trabajos propios del área más mis fiestas. Ahí estuve como dos años haciendo una por mes y trayendo a una gran cantidad de bandas de todas partes. Me ha ayudado mucha gente, muchas bandas, muchos DJ’s.
• En las Latin Club siempre se pasaba y se pasa música en español. Los que asistían a tus fiestas (y los que siguen asistiendo hoy por hoy), ¿son todos latinos?
No, desde el principio que siempre hay una asistencia de no latinos en este tipo de fiestas. Viene gente de todos lados. ¿Sabés por qué? Porque les empezó a gustar la movida. Se podría decir que en el comienzo era un 80-20 en relación latinos/no latinos. Hoy por hoy creo que andamos por el 60-40.
• ¿Por qué creés vos que al kiwi o al no hispanohablante le copan tanto este tipo de fiestas?
Yo creo que es por la atmósfera que se genera, es todo alegre, no hay motivos de pelea. Ojo, pasan cosas pero también creo que al estar en Nueva Zelanda la gente no quiere meterse en problemas, acá hay reglas y se siguen. Acá nos cuidamos más. (risas)
LA REVOLUCIÓN ESTABA POR LLEGAR
• Después de los dos años en Empire donde las fiestas se volvieron rutina, ¿cómo siguió todo?
Después de Empire conseguí otro trabajo para manejar toda una empresa de seguridad. Pasé de estar con 5 bares a unos 28 venues, todos en la city. Ya ahí se puede decir que estaba mucho más metido en el ambiente de la noche que antes. Y ahí empecé a hacer fiestas en Habana Joe’s. Después pasé a Studio, Galatos, Pointers, Bungalow, ya ni me acuerdo en todos los lugares que estuvimos con las Latin Club. Todas las fiestas, donde sea que las haya hecho, siempre fueron muy exitosas.
• Hasta acá vos armabas tus fiestas solo. ¿Cuándo fue que empezaste a tener contacto con Mariano y Marcelo, los chicos de la Sudaka?
Yo los admiraba mucho a los muchachos, realmente sus fiestas me parecían grandiosas. La Sudaka era una fiesta esperada ¿me entiendes?. Ellos hacían las fiestas cada 3 ó 4 meses, cuando llegaban era “boom! Acá está la Sudaka”. Las Latin Club eran todas las semanas, todos los meses, si bien eran un negocio redondo les faltaba esa explosividad que tenían las otras. Lo bueno es que cuando los contacté ellos se mostraron muy interesados también en lo que yo hacía. Llegamos al punto de sentarnos y empezar a planificar una fusión: las Latin Power.
LLEGA LA PRIMERA FIESTA COMO FUSIÓN (Y TAMBIÉN LA PRIMERA DERROTA)
• Una vez que lograron la fusión de ambas fiestas, ¿cómo fue esa primera Latin Power?
La primera que hicimos fue en Toto’s Pizzería. Fue un éxito de gente, creo yo que hicimos una cosa increíble. Fue la primera vez que ganamos dinero con una fiesta. Después de esa hicimos otra en Henderson y esa fue nuestra primera derrota: nos quitaron la música a las 2 de la mañana y por ende la fiesta se terminó. No habíamos pensado que pudiera pasar eso. Perdimos mucho dinero. Después de ese episodio, Mariano y Marcelo decidieron tomarse un break y entonces yo seguí con mis fiestas, esperando a ver qué iba a suceder. Fue un fuerte golpe para nosotros.
• ¿Y después de eso cómo seguiste?
Cuando Mariano vuelve de un viaje que tenía previsto, nos volvemos a sentar, esto hace cosa de 2 años, y ahí resolvemos que él iba a encargarse del marketing de las Latin Power y de las Latin Club. Con esa vuelta las fiestas fueron creciendo y fueron mucho más organizadas a su vez. Ya no eran algo amateur sino algo organizado y profesional. Contaban con otra presencia.
• ¿Cómo llegaron a asentarse en Tom Tom y La Zeppa, venue donde realizaron la última Latin Power el pasado 12 de octubre?
Yo estaba trabajando ahí desde el año pasado y se nos ocurrió proponerles a ver qué les parecía. El resultado fue una nueva Latin Power el año pasado, en mayo. Luego, otra New Year’s Eve, sold out. Pero también hubo un problema de management ahí: las colas para comprar en los bares. Los que trabajaban no daban a basto porque no se imaginaron la cantidad de gente que iba a ir. Y podés creer que a partir de ese problema de logística y de organización los dueños nos proponen a Mariano y a mí encargarnos del manejo del local. ¡Que las Latin Club se encarguen de toda la operación! Fue algo sorprendente para mí. Todo, desde la persona que abre a la que cierra, el bar, las fiestas, la música.
• ¿Cuándo te cayó la ficha de lo que estas fiestas estaban generando?
Me cayó hace cosa de una semana atrás (risas). Adam Bennett, el dueño de Highlife Entertainment, me manda un mensaje y me dice “Marcos, quiero que la Latin Power esté dentro de mi fiesta, dentro de La Fiesta del Sol”. Es una cosa de locos para mí por la magnitud del evento, la cantidad de gente que llevan. Que él quiera que una fiesta latina esté ahí es algo de otro mundo. Estamos hablando de alrededor de 4.000 personas donde la entrada sale $100. Toda la fiesta es house y ahí vamos a estar también los latinos. La ficha igualmente me cayó, como te dije, hace una semana, porque estuve hablando con un mega productor venezolano y estamos a punto de firmar con un artista latino que es una bestia. Si realmente se llega a dar estaríamos hablando de una fiesta que va a traer mínimo unas 10.000 personas. ¡Pero no te voy a decir quién es! Dejame que firmemos primero (risas).
EL FUTURO DE LA LATIN POWER
• ¿Piensan llevar las fiestas a otras partes de Nueva Zelanda?
Sí, ya estuvimos en Christchurch y ahí llevé a todo mi equipo, sold out de una. Si bien hay fiestas latinas en otras partes del país, esas son muy pequeñas, nosotros vamos con todo un arsenal. Hay planes de Queenstown también, veremos qué sale. Por lo pronto estamos por definir la fecha que será en febrero o marzo del año que viene.
• ¿Cuánta gente trabaja para que estas fiestas se lleven adelante?
Eso es otra cosa a resaltar: no sólo hacemos las fiestas, sino que damos trabajo a una gran cantidad de personas. Yo creo que el éxito de nuestras fiestas es haber creado una comunidad. Tenemos alrededor de 5 DJ’s que se dedican a pasar distintos estilos de música y además de eso tenemos otros que vienen de afuera. Le damos trabajo a los latinos que traen para vender sus platos típicos porque en nuestras fiestas siempre hay comida. ¡Y también tenemos influencers que ponen fotos y mueven por redes sociales! (risas). Hay de todo.
• ¿Disfrutás de las fiestas o sos el típico que se estresa y está todo el tiempo viendo qué más se podría hacer?
Yo soy muy exigente y nunca estoy satisfecho, la pasó mal en las fiestas, no te miento. Estoy todo el tiempo pensando qué falta, qué podríamos sumar para la próxima, atento a todos los detalles. Me encantaría estar relajado, pero realmente no puedo. Después veo las fotos y los videos y me encanta porque noto que la gente realmente lo pasó bien. Estas fiestas están hechas a pulmón, las hacemos nosotros, no hay nadie que negocie por nosotros sino que nos lo ponemos al hombro porque es la forma en la que aprendimos a trabajar en la vida. Y eso nos gusta porque ese camino que hicimos, Mariano por su lado y yo por el mío, posiblemente sea lo que nos dio muy buena reputación y por eso la gente nos abre puertas.
• Con todos estos años que venís haciendo ésto no me vas a decir que todavía te ponés nervioso antes de dar una nueva fiesta..
Con las Latin Club no me pasa, no me pongo nervioso para nada. Pero con las Latin Power sí, es mucha expectativa. La gente te exige muchísimo, ¿sabés?. Tenés que estar siempre preparando algo nuevo, sorprendiendo ya que generan mucha expectativa.
• Este 2 de noviembre es la fiesta de Halloween. ¿Nos van a sorprender con algo nuevo entonces?
Sí, este finde es la fiesta de Halloween en Tom Tom. La temática es La casa de papel porque nos encanta esa serie y por eso vamos a regalar la careta de Da Vinci. En la fiesta vamos a tener a una muchacha que va a estar pintando las caras para los que quieran hacerse algún diseño y obviamente vamos a tener decoración acorde a la fecha. La idea es que la gente venga disfrazada, no es requisito, pero si no vas con disfraz ¡el raro vas a ser vos no el que lo lleve!
• Para ir cerrando, Marcos, decime qué tres temas no pueden faltar en una fiesta latina.
Ni siquiera lo tengo que pensar: Danza Kuduro, Gasolina y La mano de Dios.
• ¿La mano de Dios de Rodrigo?
Sí, esa la tiramos al final siempre para cerrar la fiesta. Soy fanático de Maradona, me encantaba como jugaba, era increíble. Otra puede ser Matador de los Cadillacs o De música ligera de Soda Stereo, pero esas son para cerrar, para que todo el mundo las cante borracho.
• ¿Has visto muchos borrachos?
Mirá, nosotros los latinos nos mantenemos firmes hasta el final, no tenemos problema. Tomamos mucho pero tenemos aguante porque no tomamos shots sino ron, cerveza, piscola, fernet. Los kiwis no aguantan toda la noche ya sea por el alcohol o porque no están tan acostumbrados al tema del horario, pero también hemos cambiado un poco eso, se están latinizando cada vez más y podés encontrarte alguno que otro en el cierre de la fiesta. (Risas)
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• Si quieren más información sobre la Fiesta de Halloween, acá les dejamos el link al evento → Halloween Party.
• Y para los que tengan pensado asistir a la Fiesta del Sol, pueden chequear todo el evento en el siguiente link → Fiesta Del Sol 2019.
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