Portada SociedadEntrevistas Ramiro, el Puma argentino líder en limpieza de alfombras

Ramiro, el Puma argentino líder en limpieza de alfombras

Ashelen Tejerina

Ramiro es argentino, acaba de cumplir 40 años y vive en Nueva Zelanda hace más de 10. Arrancó trabajando como maletero en diversos hoteles, pasó por restaurantes y hasta estuvo un tiempo en un call center nocturno. Un día, hace casi 6 años, vio una oportunidad y la aprovechó. Hoy por hoy es dueño de Pumas Carpet Cleaners y de Higyenz, empresas de limpieza de renombre entre latinos y no latinos.

Ramiro nos contó su experiencia y cuál es, a su modo de ver, la clave que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso; además, dio consejos para los latinos que desean emigrar. Una historia de vida donde la humildad y el trabajo son los pilares fundamentales.

Ramiro y su camioneta celeste y blanca. Foto de Julia Franchino Dubor.

Ramiro, ¿cómo y cuándo llegas a Nueva Zelanda?

Vine en el 2008 con la famosa Work and Holiday Visa (WHV) a los 28 años. Antes de viajar empecé a mandar cvs a distintos hoteles. Recuerdo que llegé un martes y un jueves ya estaba trabajando de maletero. Decidí irme de Argentina porque estaba en búsqueda de un cambio, cansado de la rutina, pero es algo común en mí, no me quedo quieto nunca. Soy consciente de que siempre me esforcé para poder irme. 

Decís que llegaste con 28 años, ¿considerás que a esa edad uno ya es grande para largar todo y empezar de cero? 

Para nada, no sentí presión alguna por la edad en ningún momento. Cuando llegué acá fue con una mano atrás y otra adelante, con $700 en el bolsillo. Fue todo un desafío. La cultura neozelandesa es totalmente diferente a la nuestra. Con el idioma venía bien porque al trabajar en hotelería siempre estuve en contacto con extranjeros pero también me pasó darme cuenta que el inglés de acá es diferente al que mi oído estaba acostumbrado. Un consejo que puedo dar es que estudien, yo hasta el día de hoy sigo estudiando. Cada vez que tengo que redactar un mail de trabajo tengo que pedirle ayuda a mis amigos (risas). Siempre hay que practicar y perfeccionarse.

Arrancaste a trabajar de maletero a los pocos días de llegar a Auckland, ¿terminaste tu WHV ahí?  

A los 3 meses conseguí el sponsor en ese mismo hotel. Te preguntarás por qué apliqué tan rápido y no seguí con la WHV , es simple, yo sabía que me quería quedar en Nueva Zelanda y por eso no perdí tiempo. Cuando sabés lo que querés, tenés que jugártela. También es cierto que si bien tenía pensado quedarme, jamás me imaginé que iba a asentarme realmente acá. Al año siguiente me moví al Sky City y luego a otro hotel (Langham actual Cordis). Después me metí en un call center de turismo para Australia, turno noche, en donde tomaba reservas de avión. Ahí mi inglés se fue para arriba de un día para el otro. Esto habrá sido hace 6 años atrás. 

NAVEGAR POR INTERNET PUEDE LLEGAR A SER MÁS QUE UNA ACTIVIDAD DE OCIO.

Ramiro y una de sus empleadas. Foto de Julia Franchino Dubor.

Se podría decir que tu vida seguía la misma línea que en Argentina, oscilaba entre la hotelería y el turismo. ¿Cuándo decidís largar todo eso y arrancar con Pumas Carpet Cleaners?

Un día estaba navegando en Trademe y vi que un tipo vendía una camioneta celeste y blanca con 2 máquinas de lavar alfombras. No sé si fue por el color de la camioneta, porque las máquinas eran horribles o porque soy impulsivo, pero recuerdo que, después de ver ese aviso, hablé con el banco, pedí un préstamo de 10 mil dólares y a los 4 días ya tenía todo conmigo. No te miento, fue todo espontáneo. Y así arrancó todo.

¡No puedo no sorprenderme con esa reacción impulsiva! ¿Tenías idea de algo relacionado con la limpieza de alfombras?

¡Para nada! No tenía idea de limpieza, ¡menos de alfombras! ¿Sabés cómo aprendí? Mirando videos en Youtube, pero todo esto después de haber hecho la compra, no antes (risas). Con el paso del tiempo, como es lógico, fui interiorizándome y aprendiendo del tema porque realmente quería hacer este trabajo bien y dar un servicio de calidad. Pero para que te des una idea, una casa de 2 cuartos tardaba mínimo 3 horas, hoy en día la hago en hora y media. Pero, a todo esto, no largué el trabajo del call center hasta un año después de comprar las máquinas, allá por el 2015: por las noches trabajaba ahí, de 16 a 1, y en la mañana hacía los trabajos de limpieza de alfombras. Imaginate que terminé de pagar el préstamo a los pocos meses. Todo un logro. 

Trabajabas mañana y noche, ¿por qué tanto? 

Primero porque tenía que pagar el préstamo y segundo porque me gustaba trabajar de manera independiente. Nunca me gustó depender de nadie. Y aparte veía que en ese momento un trabajo lo cobraba entre 80 y 100 dólares y en el call center en una hora ganaba 18 dólares. ¡Sacá la cuenta! Pero también sabía que, por ese entonces, necesitaba tener algo que me diera un ingreso fijo, a pesar de que no era mucho. Siempre quise trabajar para mí y así empecé.

Tu empresa se llama Pumas Carpet Cleaners. ¿Por qué ese nombre?

El tema del nombre es interesante, quizás no es el mejor para una empresa de limpieza, todos me me dicen que le faltan las palabras claves como se dice en marketing. Mi respuesta es sencilla: yo no soy una persona que sigue pasos de marketing, yo soy así y si te gusta Pumas, te gusta y si no te gusta, no te gusta. Es fácil de recordar y ¡aparte tenía la camionetita pintada de celeste y blanco! Yo soy argentino con mucho orgullo. Por otro lado, acá los Pumas como equipo de rugby están bien vistos. Tenía todo a mi favor (risas).

¿Cómo hiciste para hacer tus primeros clientes?

Por Trademe y con flyers. Los fines de semana iba a los edificios y llenaba todos los buzones. Después de ahí me iba para la playa y repartía volantes. Hay que tener las ganas nada más. Al principio Pumas era limpieza de alfombras pura y exclusivamente pero un día una señora me llama y me pregunta si hacía casas y le respondo que no. A los días, me llama otra persona por lo mismo, respondo que no. La tercera vez que me llaman dije que sí, ya estaba cansado de decir no (risas). No me olvido mas, ¡un departamento de 2 ambientes me llevó 8 horas! Hoy ese mismo departamento te lo hago en 2 horas.

EL DÍA QUE PUMAS GANÓ SU PRIMER MUNDIAL.

Ramiro, dueño de Pumas Carpet Cleaners, en pleno trabajo. Foto de Julia Franchino Dubor.

¿Considerás que hay un antes y un después en Pumas?

Sí. Una noche estábamos cenando en la casa de un amigo y vino un brasilero que trabajaba para Alaska Construction, una de las constructoras más grandes del país. Nos pusimos a charlar sobre lo que hacía cada uno y quedó que iba a llamarme. Y así fue, me llamó para decirme que tenía una inundación en la cárcel de Mt Eden, que estaban realizando un trabajo, tocaron un caño y se inundó toda la capilla, que estaba alfombrada.

Pero, vos hacías limpieza de alfombras no drenajes..

Exacto, la limpieza de alfombras es un trabajo y la inundación es otro totalmente diferente y que requiere máquinas que yo en ese momento no tenía. Pero claro, a mí ellos me preguntaron si yo sabía hacerlo y yo dije que sí. Alquilé las máquinas y me mandé. Estuve una semana trabajando ahí. ¡Es un hotel de 5 estrellas!

¿Es después de este trabajo en donde considerás que pegas el salto y convertís a Puma en una empresa de renombre dentro del rubro?

Sí, sin duda, porque después de ese trabajo, me consultaron si me interesaba hacer limpieza en construcciones, que si bien era un trabajo más complicado, me sentía capacitado para hacerlo y lo veía como una oportunidad a largo plazo. Entonces con Alaska empecé desde lo simple hasta llegar, hoy en día, a lo complejo. Limpiaba los vidrios, los marcos, aprendí de productos, empecé a ver como conseguir distintos utensilios de limpieza, etc. Ya hace 4 años que trabajo con ellos, soy su cleaner principal.

Tengo entendido que hace poquito adquiriste otra empresa de limpieza, Higyenz, ¿no es así?

Sí, el año pasado una amiga que trabajaba conmigo se fue a otra empresa, me llama y me dice que el jefe la estaba intentando vender. Fui a verla, porque te habrás dado cuenta que impulsivo podría ser mi segundo nombre, vimos los números y la terminé comprando. Higyenz se encarga de oficinas y Pumas de alfombras y construcción. En 6 años este emprendimiento creció un montón, estoy muy contento.

SABER LO QUE SE QUIERE Y LUCHAR POR ESO.

Para ir cerrando, ¿qué creés que es lo que marca la diferencia entre lograr lo que uno se propone y perder la chance?

Es muy sencillo, lo que marca la diferencia es moverse por el objetivo que se tenga, salir y buscarlo. Yo cuando tenía 16 años no me podía pagar el viaje de egresados y salí a vender ensaladas de frutas en Avenida Liniers, Flores. Las hacía y las salía a vender y con esa plata pude pagarme el viaje. A mí siempre me interesó ser independiente, mis viejos se separaron, yo no tenía dinero y tuve que salir a laburar y así pasó acá también. Nadie me pagó nada, me banqué todo solito y me hice desde abajo. Es la fuerza mental que tengas, yo me caí muchas veces, no te creas que no. Hay una frase que me dijo un compañero en mi primer trabajo acá en Auckland, “Nueva Zelanda es como Dios, aprieta pero no ahorca”. Y realmente es así, por momentos no vas a tener para pagar la renta o vas a estar muy justo. Comida no te va a faltar porque trabajo hay, no trabaja el que no quiere. El mayor problema del inmigrante no es conseguir trabajo sino que es la Visa.

¿Algún consejo que puedas darle a los latinos que vienen para NZ?

Primero que nada, que intenten juntarse con gente local o que hable inglés. Esten con latinos, pero también con otras culturas. Tienen que pensar que el idioma español ya lo saben, entonces aprovechen y estén con otros. No todos tienen la oportunidad de venir para este lado, gastarse una fortuna en los pasajes, estadía, alejarse de sus familias, lo que sea. Si vienen a trabajar, que vengan con algún tipo de Visa que les permita hacer eso entonces, no se vengan con Visa de turista. Es un peligro y no sólo para el que viene sino para el que quiere darles trabajo. Y que sepan que en sus países pueden llegar a ser los mejores en lo que han estudiado pero acá, si no sabés inglés, no sos absolutamente nada. Por eso yo siempre les digo a los que trabajan conmigo que estudien, que arranquen conmigo pero después sigan y crezcan. Cuando llegué me rompí el lomo, extrañé mucho también, pero se puede y como te dije antes, todo es mental y fuerza de voluntad.


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