Nueva Zelanda es una de esas regiones donde el vino parece florecer. Donde la cantidad de horas de exposición solar parecen infinitas y donde sus latitudes australes parecen no importar a la hora de producir uva de excelencia.
Nueva Zelanda ha estado en constante crecimiento, en las ultimas décadas, pero…
¿Cómo ha afectado la situación actual a su industria?
Para responder esta pregunta, conozcamos la región un poco más…
Nueva Zelanda como productora de vinos
Nueva Zelanda ocupa el catorceavo lugar en el ranking de regiones productoras de vino (según datos de la OIV del 2019) y ha experimentado, en los últimos años, una demanda en aumento del mercado externo.
Se trata de un país del Nuevo Mundo con gran versatilidad, y, por ello, que se la caracteriza no solo por exponer estilos frescos, jóvenes y osados, de gran renombre internacional, si no que, también se permite experimentar con ejemplares de mayor potencialidad de guarda y de características más complejas.
Condiciones naturales de Nueva Zelanda
En cuanto a sus condiciones naturales, diferente a la mayoría de los países del mundo vitivinícola, este país es una isla y, como tal, presenta cualidades muy excepcionales a la hora de producir uva.
Su territorio se extiende longitudinalmente y su clima es predominantemente marítimo, el cual modera temperaturas máximas y mínimas, y permite que regiones bien al sur puedan de igual forma ser parte del mapa del vino.
Sin embargo, también existen aquellas regiones que experimentan un clima de tipo más continental, como lo es Central Otago. Esto, no solo le permite mayor variabilidad en cuanto al tipo de cepa a implantar en las diferentes regiones, si no también una distinción de perfiles y estilos de vinos.
Cepas más importantes de Nueva Zelanda
Es sabido que la Sauvignon Blanc es la cepa abanderada del país. A nivel internacional, es la que más resuena y con la que todo conocedor de vino busca deleitarse. Pero la Pinot Noir no se ha quedado atrás. En el último tiempo, y aún con mucho trabajo por delante, ésta ha estado buscando posicionarse casi a la par de la ya mencionada Sauvignong Blanc.
Otras cepas que se producen como grandes ejemplares son: Chardonnay, Pinot Gris, Riesling y otras aromáticas, entre las blancas y, entre las uvas tintas, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Regiones más importantes de Nueva Zelanda
Las regiones más importantes actualmente son ocho: Marlborough, Central Otago, Hawke’s Bay, Gisborne, Canterbury, Auckland, Wairarapa (Martinborough) y Nelson. Pero veamos más profundamente algunas de ellas.
Marlborough
Marlborough es considerada una de las regiones premium de elaboración de vino en el mundo, destacándose sobre el resto de las regiones de Nueva Zelanda. Es la de mejor climatología gracias a sus largas horas de exposición solar -con pocos días excesivamente calurosos-, sus bajas precipitaciones y la extraordinaria amplitud térmica diurna que experimenta.
Es el lugar que le dio el renombre al país y, producto de su expertise en la elaboración de Sauvignon Blanc (de perfil cítrico y tropical, con aromas a pomelo y maracuyá y de acidez punzante pero excepcionalmente integrada), estos vinos siguen llevándose el primer premio a nivel internacional.
Central Otago
Es la región vitivinícola más austral del mundo y, como ya fue dicho, es de clima continental, lo que la distingue del resto del país. Los veranos tienden a ser muy calurosos, los inviernos realmente fríos y el otoño muy seco. Es por ello que se ha especializado (junto con la zona de Wairarapa en Martinborough) en la cepa Pinot Noir. Esta región viene dando pasos agigantados en el mercado exterior.
Hawke’s Bay
Luego de Marlborough, Hawke’s Bay es la segunda región vitivinícola más grande de Nueva Zelanda, y es considerada la región más importante en producción de vinos tintos de alta gama. Elabora tanto Cabernet Sauvignon como Merlot.
De todas formas, el dato a destacar es que se trata de la zona vitivinícola más antigua del país, ya que sus orígenes datan del 1851.
Crecimiento de la industria
Nueva Zelanda ha crecido rápidamente desde que la elaboración de vino fue introducida como actividad de impacto económico, producto del aporte anticipado del know-how internacional y de la importante inversión de capital en desarrollo e innovación.
Y en los últimos años, Nueva Zelanda ha seguido con esta tendencia. Ha incorporado nuevas herramientas, experimentado en otros estilos y cepas, y no menos importante, creado un acercamiento cada vez mayor con la ecología y sustentabilidad del medio ambiental.
Nueva Zelanda es pionera en desarrollo sostenible, y pareciera ser, que seguirá volcando sus esfuerzos en la profundización de este aspecto, en los siguientes años.
Turismo
La vitivinicultura de Nueva Zelanda depende mucho del turismo y especialmente del público extranjero. Según números de NZIER el 20% del turismo internacional visita al menos una bodega durante su estadía.
Por esta razón es que la situación actual de pandemia ha tenido un gran impacto en el mercado y el turismo enológico.
New Zealand Winegrowers
Una de las grandes ventajas con las que cuenta el país es su poder de organización y unidad. Bajo la entidad New Zealand Winegrowers, Nueva Zelanda logra coordinar y unificar el sector de una manera excepcional; distinto a lo que ocurre en muchos otros países productores.
Actualidad
Pero Nueva Zelanda no es inmune a la situación actual, pues el mundo internacional se ha aquietado para todos en todos sus rubros. La industria vitivinícola no está excepcionada de las repercusiones de la pandemia. Lo cierto es que ahora todo pareciera llevar un signo de pregunta al final.
Covid-19 y la industria de vino de Nueva Zelanda
Para Nueva Zelanda las medidas fueron tomadas con agilidad y eficacia. Y estas tanto para el mercado interno como el externo. Por lo pronto, todas las actividades bajo el International Visit Programme han sido suspendidas. Dos ejemplos de esto son la suspensión de la London Wine Fair de forma indefinida y de la Pinot Noir 2021 hasta al menos Febrero del 2022.
Además, producto de que los movimientos internacionales han sido notablemente reducidos, el envío y transporte de cargas de vino se han visto modificadas con grandes demoras.
En cuanto a los productores y bodegas elaboradoras locales per se, el gobierno ha decidido lanzar una ayuda financiera, el Small Business Cash Flow loan scheme, cuyas plazas estarán abiertas hasta el 12 de junio del 2020. Este está destinado a los productores pequeños, quienes han sufrido el mayor impacto.
<Para más información sobre fairs, eventos cancelados y medidas tomadas por la pandemia visiten NZWINE>
Con todo esto en mente, entonces, queda al descubierto, que para que una industria vitivinícola prospere y crezca, no solo hace falta un buen viñedo, un bueno suelo o increíbles condiciones climáticas, como muchas regiones del mundo las tienen. También es necesario contar con un país que esté organizado, esté ávido de mejoras y aprendizaje, esté dispuesto a invertir en desarrollo e innovación y tenga la mente abierta para encontrar soluciones en momentos de adversidad, como éste.
Y Nueva Zelanda es uno de esos países. Y luego de que esto pase, seguirá floreciendo y resonando como una de las regiones vitivinícolas más interesantes dentro del mundo internacional.