Gran parte de mi trabajo como coach de vida se relaciona con acompañar a mis clientes a mirar las fisuras que se han hecho a lo largo del tiempo en sus vidas. Esto significa mirar lo que no quieren ver, mostrar de dónde viene el dolor que han sentido y evidenciar lo que se negaban a reconocer como una fisura, en el fondo, dejar de normalizar aquello que les provoca incomodidad y muchas veces sufrimiento.
Proceso nada fácil y muchas veces de alto costo emocional, espiritual y laboral.
El ver las fisuras en nuestras vidas es un gran paso, cuesta trabajo además de una mirada auténtica a nosotr@s mism@s; nos puede llevar a momentos de autocrítica que mostrarán las cegueras con las hemos caminado hasta ese momento. También podemos localizar estas fisuras en el tiempo y el espacio, hasta ver lo que ya no las podemos ignorar.
Una vez que tenemos esta claridad podemos reparar, recubrir, pegar, o ignorar la fisura. Este arreglo significará que cubriremos el daño y lo cerraremos de tal manera que si algo entraba o salía de esa fisura, ahora lo dejará de hacer. En corto nos hemos hecho cargo de la fisura para que ésta deje de ser el quiebre que era.
Si nuestra reparación es suficientemente eficiente, existe la posibilidad que con este arreglo todo este bien y ya no tengamos problemas. ¿y si no es así? Entonces significará que tendremos nuevamente que mirar la fisura para ver que funciona esta vez. Muchas veces la reparación no es lo suficientemente flexible o adaptable para resistir la tensión del problema, por lo que debemos poner especial atención a que reparación queremos hacer esta vez. Lo que ahora no podemos hacer es ignorarla.
Por otro lado puede que la fisura nos muestre algo que antes no veíamos, y eso es, que por ella entraba un rayo de luz.
Este rayo de luz representa la oportunidad, esa que no sabíamos que existía, esa que no veíamos por estar tan concentrados en reparar, esa que nos llevará a una transformación en donde tendremos que abrir la fisura para que nos de suficiente luz y mirar con claridad de que se trata lo que estamos mirando. Es acá cuando la transformación sucede, cuando dejamos la estructura anterior para crear una diferente.
Muchos de mis clientes quieren transformar su realidad, escapar o salir de donde están, sin embargo, gran parte de ellos decide reparar la fisura con diferentes materiales: conversaciones para llegar a nuevos acuerdos, negociaciones de win-win, nuevas estructuras que soporten mejor la fisura creada, etc. Cada uno de ellos se hace consciente de la fisura y deciden repararla.
Los otros, esos que deciden abrir la fisura para que entre la luz, entran con curiosidad, con ganas de sorprenderse y poca claridad de lo que se encontraran, sin embargo, volver atrás para ellos no es una opción.
Te invito a que con cariño y cuidado mires las fisuras de tu vida, ojalá en compañía, así tendrás un soporte cuando lo necesites. Una vez vistas, estará en tus manos reparar, tapar o transformar.
Nota: El titulo de esta reflexión lo tomé de How’s Work, un Podcast creado y dirigido por Esther Perel psicóloga especialista en terapia de pareja. Sin embargo este Podcast no se trata de parejas sino más bien de relaciones laborales. Para los que quieran escuchar una terapia desde la comodidad de su asiento, les recomiendo éste.
