Cuando a principios de año pasado escribí mi carta desde el futuro, nunca imagine que una pandemia iba a paralizar el mundo, crear una crisis global y cambiar el rumbo de tantísima gente, incluido el mío. Sin embargo, después de algo más de mes y medio de confinamiento, en lugar de quedarme con las cifras de infectados y muertes en todo el mundo, decido quedarme con la experiencia tan positiva que COVID-19 me ha dado, a mí y a mi familia.
Tiempo para ver a mi hija de 18 meses empezar a hablar, correr y convertirse en una mini-personita que crece a un ritmo vertiginoso. Tiempo para acercarme a mi pareja, solucionar aquello que teníamos pendiente y mejorar la relación. Tiempo para crecer como familia. Tiempo para hacer más ejercicio, a través de clases online, por supuesto! Tiempo para conectarme conmigo misma, mi desarrollo personal y espiritualidad. Tiempo para conectar con familia y amigos. Tiempo para reflexionar. Tiempo para conocerme más. Tiempo para conocer gente nueva. Tiempo para sonreír. Tiempo para jugar. Tiempo para leer. Tiempo para crecer. Tiempo para cocinar comida muy rica. Tiempo bailar. Tiempo para dar largos paseos en familia. Tiempo para dormir. Tiempo para descansar. Tiempo para observar. Tiempo para contemplar.
Decide de nuevo
Podría haber elegido centrarme en una situación económica totalmente parada y un futuro incierto. Pero la realidad es, que solo existe el presente. Pasado y futuro están tan solo en nuestras mentes – por qué iba a elegir una incertidumbre que me iba a hacer daño? O sabotearme a mí misma con preocupaciones por cosas que aún no habían sucedido; o situaciones pasadas que podría haber manejado mejor? El poder de la mente es abrumador, pero en nuestra mano está el manejarla de una manera en que no nos haga daño, si no que en lugar de ello, nos sintamos en paz. Como ganar la batalla a nuestra mente y los miedos ocultos de nuestro subconsciente que situaciones así suelen desatar? Hay quien te dirá que a través de la meditación, mindfulness, observación, dejar el autopiloto y de “reaccionar”, yoga, etc. Sea lo que sea que te ayude a encontrar tu equilibro y paz interior, encuéntralo y aférrate a ello. Esta situación (y otras que vendrán) la vamos a tener que vivir igual. Tú decides.
Como decides vivirla tú? Yo decido vivirla con mucho amor y paz!