Nueva Zelanda es un país único y maravilloso y tiene gran cantidad de lugares que visitar y disfrutar cuando uno vive acá o hace una visita turística. Por todos son conocidos lugares como Hobbiton, las aguas termales de Rotorua, las playas de Coromandel o las bodegas de Central Otago. En esta lista les ofrecemos algunos de aquellos lugares que a veces no aparecen en las guías o que no nos llaman la atención al leer un post sobre turismo. Si disponen del tiempo, algunos de estos lugares les sorprenderán.
Foto de Lovetaupo.com
Piedras talladas con motivos maorís (Mine Bay Maori Carvings, Taupo)
Se pueden visitar en barco o kayak, pero les recomiendo la segunda opción y hacer un tour en el que puedan disfrutar de la inmensidad del lago Taupo y las impresionantes rocas talladas de Mine Bay, con motivos artísticos maorís y tallados hace más de 40 años por el artista local Matahi Whakataka-Brightwell.
Matahi Brightwell es uno de los últimos talladores tradicionales de enseñanza de marae tradicional (Tohunga Whakairo) en Nueva Zelanda. Como descendiente de la generación 27 de Ngatoroirangi, Matahi es un apasionado de su herencia maorí y es considerada una de las cincuenta personas más notables de Nueva Zelanda.
Museo de cannabis de Whakamana, Dunedin
Este lugar es el epítome de lo extraño y maravilloso. Situado en nada menos que Dunedin, se encuentra el Whakamana Cannabis Museum, un tanto controvertido pero sin duda asombroso. Es el lugar al que debes ir si quieres aprender sobre la historia del cannabis, sus usos y estado legal en Nueva Zelanda. El museo está dirigido por el defensor de la reforma de la ley que regula la hoy día considerada droga, Abe Gray. También se puede pasar una noche en el museo.
Si tienen cualquier duda, visiten su web, es un museo legítimo y ofrece charlas informativas, clases y debates.
Foto de Tim Miller
Las piscinas azules del paso de Haast (Blue Pools in Haast Pass, Central Otago)
Una pequeña senda forestal a lo largo de Makaroa Road, entre el lago Wanaka y la costa oeste, los llevará a esta aislada joya de la Isla Sur. A medida que se aventuran en las sinuosas pistas de grava del Haast Pass, se encontrará con una serie de piscinas de cristal azul, llenas de agua alimentada por glaciares y moldeadas suavemente a través de varios siglos de erosión rocosa.
Bethells Beach, Auckland
Bethell’s Beach es una playa más acogedora e íntima que las conocidas Piha y Muriwai, cerca de Auckland. La arena comienza mucho antes de llegar a la costa y pueden caminar desde el aparcamiento de autos hasta la playa al lado de un arroyo de agua que marca el camino a la playa. Un poco más arriba de la parte norte de la playa, un sendero los llevará a un popular lugar de surf y pesca en la costa occidental llamado O’Neill Beach, al que solo se puede llegar a pie desde Bethells. Vale la pena señalar que en O´Neill Beach no hay instalaciones porque los bañistas rara vez visitan esta parte de la playa y deben tener precaución, ya que no está vigilada. Si desean nadar, asegúrense de entrar al mar en las partes patrulladas de Bethells y estará bien.
Manantial de agua caliente y fria (Hot & Cold Springs, Rotorua)
Las aguas termales de Rotorua son famosas en todo el mundo, pero hay algunos lugares que no son tan conocidos. Hot ‘n’ Cold es uno de estos, pese a ser nombrado en 2019 por Lonely Planet. El nombre se refiere a un lugar cerca de Waiotapu donde se encuentran una corriente termal caliente y una corriente fría de agua dulce. ¿El resultado? Una combinación perfecta de calor para todos los que quieran darse un chapuzón.
Ubicados en la maleza a pocos metros de la carretera, las pequeñas represas artificiales han creado piscinas poco profundas donde puedes relajarte, gratis. Les recomiendo visitar este lugar a primera hora de la mañana despues de un paseo para disfrutar del amanecer en la cercana Rainbow Mountain.
Museo del Tratado de Waitangi (Waitangi Treaty Grounds, Nothland)
El Tratado de Waitangi, firmado en 1840, representa la unificación entre el pueblo maorí y la Corona británica. Sigue siendo una parte enormemente significativa de la historia del país. El museo del Tratado de Waitangi intenta preservar esta importancia, al permitir a los visitantes una visión única de los eventos que llevaron a la firma del Tratado.
Ubicado en Northland, cerca de la ciudad costera de Paihia, los terrenos están a poco más de tres horas en auto desde Auckland, y son una de las atracciones culturales más visitadas de Nueva Zelanda. Pueden explorar el museo informativo del sitio, ver una presentación tradicional Maorí o simplemente pasear por los jardines que ofrecen una vista impresionante del océano y las islas circundantes.
El Centro de Nueva Zelanda (Centre of New Zealand, Nelson)
El Centro de Nueva Zelanda, en Botanical Hill al comienzo del Valle de Maitai, es un paseo icónico en Nelson. Comienza la caminata Botanical Hill en la Reserva, donde se jugó el primer partido de rugby en Nueva Zelanda. Desde aquí, hay un par de opciones para llevarte a la cima donde disfrutarás de espectaculares vistas de Nelson.
Desde la cumbre, descienda por una de las otras pistas de Botanical Hill. O extienda su caminata aún más al dirigirse hacia el lado este, hacia Branford Park hasta el hoyo de Black Hole y regrese a través de Maitai Track. En el verano, lleven agua y buen calzado, es preferible hacer este paseo a primera hora de la mañana.
Museo Steampunk en Oamaru
Steampunk es un término que describe el matrimonio entre la moda retro o victoriana con la futurista o apocalíptica. Piensa en cualquier foto de Burning Man que hayas visto o una escena de Mad Max. El tema incorpora arte y moda y se pueden encontrar piezas únicas y muy peculiares de lo que podría haber sido el futuro de acuerdo a las mentes más imaginativas de los 1800s.
Oamaru, en la Isla Sur, se ha convertido en la capital steampunk, y puedes visitar el museo de la ciudad dedicado a esta idea “retro-futurista” si desean hacer una visita a un lugar único y poco habitual.
Nueva Zelanda tiene cantidad de lugares icónicos que visitar, pero les recomendamos que, si tienen tiempo, visiten algunos de estos destinos particulares que a veces se les escapan a los turistas, e incluso a los residentes.
