El alfajor es un dulce tradicional de muchos países latinoamericanos, especialmente Argentina, Perú, Uruguay, Chile y España. El alfajor básicamente consiste en dos masas (o galletas) rellenas con un dulce que puede ser dulce de leche, mermelada de frutas, mousse de chocolate o miel, y recubiertas con chocolate o glaseadas con azúcar impalpable.
Antiguamente se decía que el alfajor era una mezcla a base de almendras, nueces y miel originaria de algún lugar de Arabia que llegó a la península Ibérica con la invasión árabe. Según Wikipedia en español, la palabra alfajor deriva del árabe al-hasu que quiere decir ‘relleno’ aunque en Wikipedia en inglés dice que proviene de al- fakher, que quiere decir lujurioso (y suena más a alfajor!), lo cual fue confirmado por mis amigos de Siria.
El alfajor guarajuba, que se encuentra al sur de España, está hecho con dos ostias y está relleno con una pasta en el medio que puede ser miel, especias, nuez moscada, frutos secos, almendras, sésamo, etc. En Argentina se cree que el alfajor se introdujo a través de las órdenes religiosas, por medio de las monjas y los curas que venían de España. En el norte de Argentina tenemos las típicas empanadillas que vienen rellenas de dulce de cayote, una delicia que perdura desde la época colonial.
Jorge D’Agostini, autor del libro “El Alfajor” y un experto en el tema, cuenta que fue en la Argentina donde el alfajor adquiere su forma típica de sándwich con dulce de leche en el medio. Según el autor, “Los Argentinos tenemos un paladar muy árabe. Nos gustan los sabores intensamente dulces, por eso (el alfajor) prosperó y sigue vigente”. Según datos de la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines (Adgya), el alfajor es la golosina más consumida por los Argentinos, estimándose un consumo aproximado de 1 kilo de alfajores por año por cada habitante.
En Argentina se estima que hay más de 50 marcas de alfajores, que abarcan desde productos comerciales (como Terrabusi o Bagley), de nicho (Capitán del espacio), hasta premium, como Havanna o Cachafaz. Los catadores acreditados y reconocidos en el tema son Daniel Belvedere y Facundo Calabró, autores de dos blogs sobre alfajores que son auténticas referencias en la materia. Según Facundo Calabró, lo más importante en un alfajor es que “el amargor de la cobertura contraste con la vainilla o el limón de la galleta, que la galleta absorba la humedad del dulce de leche y se vuelva tierna, que la fluidez del dulce haga juego con el crocante del chocolate”.
A la pregunta del millón… ¿cuál es el mejor alfajor en la actualidad? Para ambos, el ganador indiscutido es el Alfajor Cachafaz. Según Facundo Calabró “es imposible encontrar mejores alfajores que los de la linea Cachafaz, en todas sus variedades”. Por su parte, Daniel Belvedere en una entrevista realizada por Página 12, ante la pregunta obligada: ¿Cuáles son los tres mejores alfajores de toda Argentina, o el mundo, incluso?, responde lo siguiente: “Sin duda la línea Cachafaz me vuelve loco, y el de mousse es algo cercano al paraíso”.
¿Cuál es el origen de Cachafaz?
Esta empresa se hizo conocida hace poco más de diez años a partir del boca a boca y también por la falsa historia que se hizo muy popular en un momento sobre un empleado de Havanna. El crecimiento de la marca fue acompañado por todo tipo de leyendas acerca de sus orígenes. La versión más difundida es que sus productos se elaboran utilizando la misma fórmula que tenía Havanna, gracias a un empleado infiel que se robó la receta de los alfajores marplatenses. Desde la empresa nunca desmintieron esto. Los tres hermanos Alcaraz no dan entrevistas, mitificando aún más los orígenes de la marca. El nombre Cachafaz parece que deriva del apodo que tenía el más chico de los hermanos (Gastón Alcaraz), que debió haber sido muy travieso. También podría ser que hubiesen nombrado así a los alfajores en honor a Ovidio José Bianquet, apodado “El Cachafaz”, famoso bailarín de Tango oriundo del Barrio de Boedo. La palabra cachafaz es un lunfardo porteño y significa pícaro, bribón, descarado, insolente. El logo de Cachafaz denota un bailarín de tango tradicional, con su pañuelo y sombrero típicos, por eso es probable que sea esta la razón del nombre de los famosos alfajores.
En Nueva Zelanda, los alfajores se encuentran a lo largo de todo el país y van ganando popularidad con los neozelandeses. Se pueden conseguir alfajores artesanales producidos en el país y también se consiguen los deliciosos alfajores Cachafaz, que se encuentran disponibles en Tienda Pachamama. Cachafaz también incluye una línea natural de galletas vegana y alfajores sin gluten, para todos los gustos y paladares!
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Referencias: Video de Cachafaz | Santiago Calabro | Vix | Página 12 | Wikipedia