Australia es hoy la zona cero para la catástrofe climática mundial. Su gloriosa Gran Barrera de Coral se está muriendo, sus bosques tropicales de patrimonio mundial se están quemando, sus bosques gigantes de algas marinas se han desvanecido en gran medida, muchas ciudades se han quedado sin agua o están a punto de agotarse, y ahora el vasto continente se está quemando en una escala nunca antes vista.
Las imágenes de los incendios son escalofriantes. El día se convierte en noche mientras el humo extingue toda la luz en los horribles minutos antes de que el resplandor rojo anuncie la inminencia del infierno. Llamas de 60 metros formando murallas infernales. Tornados de fuego. Niños aterrorizados al timón de botes, alejándose de las llamas, refugiados en su propio país.
Los incendios ya han quemado alrededor de 70,000 km², un área casi tan grande como Holanda y Bélgica juntas, más del triple del área destruida por los incendios de 2018 en California y seis veces el tamaño de los incendios de 2019 en la Amazonia. El aire de Canberra en el día de Año Nuevo fue el más contaminado del mundo, en parte debido a una nube de humo de fuego tan grande como Europa.
Los científicos estiman que cerca de medio billón de animales nativos han fallecido y temen que algunas especies de animales y plantas hayan sido aniquiladas por completo. Los animales que sobreviven están abandonando a sus crías en su esfuerzo por sobrevivir. Al menos 18 personas están muertas y hay muchos temores sobre muchos más.
Todo esto, y la temporada alta de incendios en Australia apenas está comenzando.
En Nueva Zelanda nos quejamos porque vivimos un verano que es más parecido a un invierno apocalíptico, con bajas temperaturas, vientos huracanados y cielos negros, pero caminando por la calle veo como un conductor tira papeles por la ventanilla del coche, camiones diesel expulsan nubes de humo negro, la gente se queja por la construcción de carriles exclusivos para bicicletas y políticos de ciertos partidos se ríen de las iniciativas por conseguir emisiones de carbón 0% en 2050.
Alrededor del mundo se recaudan fondos para ayudar a los bomberos de Australia y a las familias que lo han perdido todo por los incendios. Eso esta muy bien, seamos generosos, pero preferiría que el gobierno de ese país decidiese hacer algo para luchar contra el cambio climático, en vez de autorizar la construcción de la mayor mina de carbón del mundo en pleno siglo XXI. Con donar dinero para las víctimas no se arregla todo, lo necesario es prevenir que esto pase de nuevo.
Y es que me enfada mucho ver la cantidad de gente que publica posts en sus redes sociales con mensajes de “Fuerza Australia” o “Australia, estamos contigo”; pero luego miran a otro lado cuando un fumador tira su colilla al suelo, toman el auto para un mandado a 500 metros de casa, usan productos de empresas que están destruyendo ecosistemas y, lo peor de todo, votan a políticos que crean leyes a favor de la contaminación y explotación del planeta, solo porque es el partido de su familia, porque sus amigos votan a “esos” o porque los otros son peores.
¡BASTA YA!
Ya esta bien de ser cobardes y aguantar que un grupo de empresarios y políticos enriquecidos a costa del trabajo de otros se aprovechen de nuestro esfuerzo y, no solo eso, destruyan el futuro de nuestros hijos mientras lo hacen. No permitamos que unos pocos destruyan millones de años de naturaleza para enriquecerse un poco más y poder añadir otro auto a su colección.
Si tu gobierno no está haciendo algo para luchar contra la situación actual del medio ambiente, ¡tu eres culpable!; si miras para otro lado cuando alguien maltrata la naturaleza, ¡tu eres culpable!; si no te molestaste es ir a votar en las últimas elecciones locales, regionales o nacionales, ¡tu eres culpable!
No permitamos que un mundo lleno de maravillas, paraísos, aventuras, y experiencias por vivir sea destruido por las decisiones de unos líderes que se supone que nos representan pero que en realidad solo representan los intereses de unos pocos con dinero.
