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En la costa oeste de la Isla Norte y a mitad de camino entre Auckland y Wellington se encuentra el segundo pico más alto de la isla. Midiendo unos 2518 metros sobre el nivel del mar, el volcán Taranaki corona de manera magistral la ciudad New Plymouth. Situado en el parque nacional Egmont, la cubierta vegetal de sus laderas forma un círculo perfecto que le da un aspecto muy característico y fácilmente apreciable durante un viaje en avión o en cualquier mapa.
Taranaki es un lugar espléndido para pasar uno o varios días caminando. El centro de visitantes se encuentra a tan solo 30 minutos de New Plymouth y es el punto de partida ideal para informarse de las diferentes rutas, su nivel de dificultad y el pronóstico meteorológico. El monte cuenta con varios albergues de montaña en los que cualquiera puede rentar camas a través de la página del departamento de conservación y varios hospedajes privados. Uno de ellos es el “Tahurangi Lodge”, que pertenece al Taranaki Alpine Club, pero que también está abierto a los no miembros. El club es un buen lugar de contacto para aquellos que quieran dar sus primeros pasos en el alpinismo durante los meses de invierno. Durante estos meses también se puede practicar el “ski” en Manganui Ski Area.
Durante los meses de verano y si el tiempo lo permite, se puede llegar a la cima de Mt Taranaki y deleitarse con las impresionantes vistas. Nosotros tuvimos esa suerte hace unos años, justo el día antes del festival de músicas del mundo Womad, festival que nos encantó y al que volvemos cada año. La ascensión es de 1.6 kilómetros en vertical y se suele tardar alrededor de unas cinco o seis horas dependiendo de la condición física de cada uno. En total, el trayecto de ida y vuelta es de entre nueve y once horas desde el aparcamiento.
Es una súbida bastante técnica en la parte más elevada y se recomienda un nivel avanzado. La primeras cuestas son bastante sencillas y no muy empinadas. Una vez se pasa al “lodge” Tahurangi, la cuesta se hace más pronunciada y hay varios tramos de escaleras. A partir de ahí el camino se hace más duro, por culpa de la grava, la cual es bastante resbaladiza. Casi llegando a la cima se pasa a un tramo de roca volcánica en la que uno ya tiene que echar las manos para poder seguir avanzando. Es una buena idea el tener bastones para el tramo de medio, tanto en la subida como en la bajada, aunque no es indispensable. El cráter, que se encuentra bastante recogido del viento y en el que la cubierta de hielo se mantiene todo el año, es un lugar perfecto para reponer fuerzas, hidratarse, comer algo, tomarse unas fotos y disfrutar las vistas de 360 grados.
Es muy importante que se informen de las condiciones meteorológicas antes de comenzar la ascensión, lleven el equipo necesario y la suficiente comida y bebida. No son extraños los accidentes en este lugar y el estado del tiempo puede cambiar de manera repentina. La pérdida de visibilidad, sobre todo en el tramo superior, el viento y la lluvia pueden hacer el trayecto muy incómodo e incluso peligroso.
Si tienen unos días extras no duden en explorar la zona. Vayan al centro Len Lye en New Plymouth o recorran la surf “highway”. En ella se encuentran pueblitos con mucho encanto como Opunake o Oakura, uno de nuestros favoritos. Lugares geniales para la práctica del surf, para acampar y para disfrutar de unos días relajados en la playa.