Evo Morales dejó la presidencia de Bolivia forzado por la profunda crisis política desatada en el país por las denuncias de fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre. El ya ex-presidente anunció su renuncia en un mensaje televisado desde el trópico de Cochabamba, el punto fuerte de los sindicatos cocaleros de los que sigue siendo máximo dirigente.
Morales justificó su renuncia para evitar que continúe la violencia en el país tras tres semanas de enfrentamientos entre sus partidarios y sus detractores que han dejado al menos tres muertos y cientos de heridos.
“Ha habido un golpe cívico, político y policial”, dijo Morales, quien apareció junto a su vicepresidente, Álvaro García Linera.”Mi pecado es ser indígena, dirigente sindical y cocalero”. “Aquí no termina la vida, la lucha sigue”, dijo al terminar su intervención.
Y aunque Morales tuvo palabras de censura para la Policía y habló de “golpe policial”, lo cierto es que su salida la anunció horas después de que el alto mando del ejército, el general Williams Kaliman, le pidiera que diera un paso al lado para desbloquear la crisis política.
Los militares veían insuficiente la convocatoria a nuevas elecciones que había hecho el gobierno en horas de la mañana tras las “irregularidades” detectadas por una auditoría de las elecciones hecha por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Entre los motivos que explican la actual situación en el pais andino se encuentran los siguientes:
- Las sospechas de fraude en las elecciones nacionales, ya que la OEA confirmó que encontraron evidencias de falsificaciones y alteraciones en la votación.
- Tanto la policía como el ejército se mostraron en contra de Morales. La policía ya había comunicado su intención de llevar a cabo un motín contra el ex-presidente y los militares se mostraron contrarios al mandatario horas antes de su dimisión.
- La oposición a Morales apostó desde un primer momento a la movilización callejera. Con huelgas y paros por todo el país, Bolivia se convirtió en una gran batalla campal entre partidarios del presidente y sus detractores.
- La oposición hacía tiempo que había dejado atrás la exigencia de una segunda vuelta entre Morales y Mesa y venía pidiendo la renuncia del mandatario. El endurecimiento de las posturas de la oposición vino de la mano del creciente protagonismo del presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el aumento de la violencia en las calles.
- La Constitución boliviana dispone que solo dos mandatos presidenciales continuos son permitidos, pero Morales ya iba por el tercero y camino del cuarto. El ex-presidente buscaba asegurarse un cuarto mandato que le habría permitido gobernar hasta 2025, pero en 2016 mas del 50% de los votantes bolivianos votaron en contra de permitirle optar a las elecciones.
Desde Latidos solo esperamos que la crísis política y social que se vive en Bolivia se solucione lo antes posible y que cese la violencia.
Para mas información, visiten los periodicos de su país.
Fuentes: El Pais | El Deber | El Universal | CNN Espanol | BBC Mundo |