Muchas veces nos sentimos abrumados por el día a día, tensión en el trabajo, el tráfico, problemas sentimentales, económicos, nuestra familia y la falta de tiempo para lograr una conexión profunda con nosotros mismos, a lo que llamare: “El sagrado tiempo para mí”.
Si estamos desconectados, a medida que pasan las horas del día, nuestro estado empeora, y así también nuestra paciencia, paz interior y trato hacia nosotros mismos; como también a los demás que nos rodean. Perdemos el control de nuestro cuerpo creando tensiones innecesarias, nuestra mente se llena de pensamientos y nos sentimos inquietos.
Aquí les paso algunos tips para que puedan lograr rápidas mejoras en poco tiempo, manteniendo constancia y entusiasmo.
- El primer pensamiento al despertar debe ser un agradecimiento; podemos dejar anotados 3 agradecimientos en nuestra mesa de luz y leerlos al despertar.
- Tomarnos 20 segundos al salir de nuestra casa y observar los colores del cielo, alguna flor o planta que nos parezca bella, un paisaje aunque este sea los árboles en la calle o el movimientos de sus hojas con el viento. Si hay sol podemos cerrar los ojos y sentir el calor como una caricia. Podemos mantener un patrón diario o dejarnos fluir día a día con nuevas iniciativas.
- En el almuerzo, aunque sea un bocado de comida, implementar la observación y conciencia: Esto lo hacemos observando nuestra parte física al masticar, los fluidos de nuestra boca, sabor, consistencia, sensación del alimento antes de digerirlo. También se puede realizar con un vaso de agua, observando ¿Cómo se siente el tener liquido en nuestra boca?, ¿Cómo sentimos el contacto con los dientes y la lengua en el fluir del agua?
- En algún momento del día digamos a alguien una palabra como: Gracias, Perdón, Te amo, Te quiero o simplemente regalarle nuestra sonrisa a alguien que no sea de nuestro círculo más cercano. También podemos escribirlas.
- Al regresar a casa o salir hacia alguna actividad, caminar unos 10 pasos lentamente sin apresurarnos, observar por donde caminamos y el entorno que nos rodea. Podemos acompañarnos con una inhalación y exhalación profunda.
- Al regresar a nuestro hogar, en algún momento antes de acostarnos, dedicarnos 3 respiraciones profundas consientes, dejando fluir los pensamientos, sin compenetrarnos con ninguno, dejándolos fluir como si fuesen nubes en el cielo, y focalizar toda la atención en nuestra respiración.
- Por la noche, antes de dormir , nuevamente agradecer; por todo lo que paso en el día, las oportunidades que tuvimos, por disfrutar de ver una flor, sentir el viento en el rostro, decir un te quiero, dar un gracias o regalar un abrazo, guardando esa sensación antes de caer en el sueño. Si nos cuesta dormir, podemos observar nuestra respiración. Intentar no interactuar con objetos electrónicos antes de dormir nos ayudara drásticamente.
Si realizamos repetición de estas pequeñas técnicas por 6 días tomando 1 día de descanso, modificaremos nuestro patrón diario.
Pueden también añadir rutinas propias; comer una fruta a conciencia, hacer ejercicio con plena atención en los músculos del cuerpo, mirarse las manos o los pies con total observación durante 3 minutos, entre otros.
Estar conectados con nosotros mismos nos da paz y mejora rotundamente nuestra calidad de vida y relación con los otros.