Ahora que la histórica inauguración presidencial llega a su fin, estos son los puntos clave del día. Fue un día de primicias históricas. Con la mano en dos biblias, una del difunto Thurgood Marshall, el primer juez negro de la corte suprema, y otra de la amiga de la familia Regina Shelton, Kamala Harris prestó juramento como la primera mujer y como la primera mujer afroamericana y suraiática estadounidense para convertirse en vicepresidente.
Fue juramentada por la jueza de la Corte Suprema Sonia Sotomayor, la primera latina en el tribunal más alto del país. Fue un momento emotivo para muchos en todo el país. “Llorando al ver este momento extraordinario para las mujeres en los Estados Unidos y el mundo”, dijo Oprah Winfrey.
Poco después de su toma de posesión, Harris juró a los demócratas Raphael Warnock, Jon Ossoff y Alex Padilla en el Senado. Warnock es el primer senador negro de Georgia y Ossoff es el primer senador judío del estado. Padilla, quien fue designado para ocupar el escaño en el Senado de California que Harris dejó vacante, es el primer senador latino que representa a un estado donde los residentes latinos representan el 40 por ciento de la población.
“Mientras viajaba a Washington desde Los Ángeles, pensé en mis padres y en los sacrificios que hicieron para asegurar el Sueño Americano para su hijo”, dijo Padilla. “Es un nuevo día, lleno de posibilidades”, dijo Warnock, quien tiene el título único de “senador reverendo”; su último trabajo fue pastor en la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta, donde Martin Luther King, Jr. solía predicar.
Posteriormente, un nuevo senado votó para confirmar a Avril Haines, como directora de inteligencia nacional, y se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo. La pandemia empañó el día. Este día de inauguración también fue histórico porque tuvo lugar en medio de una pandemia histórica y trágica, que ha matado a más de 400.000 estadounidenses.
Vimos a Biden, Harris y sus invitados, incluidos ex presidentes y otros dignatarios, con máscaras y manteniendo la distancia entre ellos. Un evento al que normalmente habrían asistido cientos de miles, o más de un millón, se vio atenuado por una infección respiratoria que ha impedido a los estadounidenses y al mundo reunirse para grandes celebraciones.
En lugar de un baile inaugural, Biden y Harris llevaron a cabo una celebración virtual, que el escritor de arte de The Guardian, Adrian Horton, describe como una “compilación perfecta de Zoom” de discursos y actuaciones. Hubo momentos alegres, incluso alegres. Harris fue escoltada a la Casa Blanca por la famosa Showtime Marching Band de la Universidad de Howard, su alma mater.
Pero había una pesadez que se cernía sobre el día. En su discurso inaugural, Biden preguntó: “Me gustaría pedirles que se unan a mí en un momento de oración en silencio para recordar a todos los que perdimos el año pasado por la pandemia. “A esos 400.000 compatriotas estadounidenses: madres y padres, esposos y esposas, hijos e hijas, amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Los honraremos convirtiéndonos en el pueblo y la nación que sabemos que podemos y debemos ser ”.
Revertir el legado de Trump fue la primera orden del día de Biden. Apenas unas horas después de asumir el cargo, Biden firmó una serie de 17 acciones ejecutivas destinadas a revertir el legado de Donald Trump en materia de salud pública, inmigración y cambio climático, y su primer movimiento fue ordenar máscaras y distanciamiento físico en edificios federales y en terrenos federales; en marcado contraste con su predecesor, quien negó la investigación de salud pública y se negó a ponerse máscaras, Biden lo hizo mientras usaba una máscara.
El 46 ° presidente detuvo la prohibición de viajar de Trump dirigida a países de mayoría musulmana, puso fin a los fondos de emergencia para la construcción del muro fronterizo de Trump y se unió a los Acuerdos Climáticos de París y a la Organización Mundial de la Salud.
También firmó una orden que permite a Estados Unidos volver a unirse al acuerdo climático de París y poner fin a los esfuerzos de la administración Trump para excluir a los inmigrantes indocumentados de los datos del censo utilizados para determinar cuántos escaños en el Congreso obtiene cada estado. “Creo que algunas de las cosas que vamos a hacer son audaces y vitales, y no hay tiempo para empezar como hoy”, dijo.
Hubo un retorno a las normas presidenciales. La idea de que EE. UU. Podría, o debería, volver a las normas después de un año tumultuoso definido por una pandemia mortal y un ajuste de cuentas racial ha sido recibida con razón con consternación por activistas, periodistas y muchos estadounidenses que sostienen que lo normal no funciona.
“En las normas y nociones de lo que es justo, no siempre hay justicia”, dijo la poeta Amanda Goorman en la inauguración. Pero al menos, Biden está restableciendo algunas tradiciones, pequeñas y grandes. Traerá perros a la Casa Blanca después de que su predecesor se convirtiera en el primer presidente en un siglo en rechazar una mascota presidencial.
Sus órdenes ejecutivas fueron examinadas por completo por la Oficina de Asesoría Legal, como se supone que deben hacer los presidentes. Una de las normas más importantes para volver: conferencias de prensa diarias.
Durante una primera sesión informativa cordial, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, respondió algunas preguntas, se confundió un poco y prometió regresar al día siguiente. Después de semanas y semanas sin una actualización del coronavirus de los principales funcionarios de salud, Psaki prometió que también se convertirían en un asunto regular.
Los periodistas todavía tendrán que mantener su escepticismo. Pero después de las conferencias de prensa hostiles, fantásticas, y en última instancia ausentes, de la era Trump, escuchar a Psaki decir: “Me encantaría responder a sus preguntas”, fue un alivio para muchos en el cuerpo de prensa.
Los atuendos fueron inspiradores. Sí, sí, fue un día grave, histórico y trascendental. ¿Pero viste el abrigo de Michelle Obama? ¿O el de Jill Biden? ¿O la sufragista púrpura de Kamala Harris? O el acogedor Burton beige de Bernie Sanders.
Fue un gran día para los abrigos, guantes y manoplas. Mientras que el impecable look monocromático granate de Obama del diseñador negro Sergio Hudson provocó jadeos, el look de punto gruñón-chic y ecológico de Sanders lanzó mil o diez mil memes.
En medio de la variedad de opciones de vestuario, había algo para todos. La de Janet Yellen estaba cubierta. La hija de Harris, Ella Emhoff, lució deslumbrada Miu Miu. Homenajeados invitados y dignatarios, jóvenes y mayores, nos brindaron miradas emocionantes.
Allí estaba Baby Beau Biden con un sombrero azul marino. Su sobrina Meena Harris lució brillantes botas de vaquero, y su esposo, Nikolas Ajagu, llegó en Air Jordan Dior 1s. Fue un buen respiro poder admirar, por unos momentos, algunas prendas divertidas, antes de que tuviéramos que lidiar de nuevo con las muchas, muchas luchas y desafíos que aún quedaban por delante.
