20 Enero 2021
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre marcaron el fin del mandato de Donald Trump y el 20 de enero el demócrata Joe Biden llegará a la Casa Blanca.
El escenario actual que enfrentará Biden representa uno de sus principales desafíos: una sociedad profundamente fragmentada, reflejo de otra división, la política y una crisis social de polarización más profunda en su historia.
Los nombramientos de su futuro gabinete hacen delinear cambios drásticos, tras cuatro años de un gobierno republicano. Estos nombramientos del nuevo equipo los caracteriza la diversidad y una aprobación en sus cargos por un Senado de mayoría republicana. Muchos de los nombres dentro de su gabinete responden a un retorno a la cooperación internacional sobre cuestiones como la lucha contra covid-19 a través de lao Organización Mundial de la Salud, la lucha contra el cambio climático a través del Acuerdo de Paris, la creación de reglas económicas mundiales más justas y apertura a la diversidad.
Demócratas y republicanos comparten ciertas visiones y en materia de política exterior sus diferencias se tornan más difusas: Biden acompañó con su voto en el Senado las invasiones a Irak y Afganistán; además, como Vicepresidente, avaló las operaciones militares en Libia y Siria. No obstante, las dos caras de la moneda política estadounidense tienen diferencias que se han ido acentuando en los últimos años.
Estas diferencias se podrán traducir en los principales desafíos que Joe Biden enfrentará cuando llegue a la Casa Blanca y respecto a los cuales ya planteó respuestas.
Biden y su equipo tendrán que hacer un gran esfuerzo para unir dentro de lo que permiten las querellas políticas a un pueblo muy dividido. Tendrá que demostrar a los votantes de Trump que quiere ser también su presidente, y el esfuerzo deberá comenzar con la transición. Nunca es fácil hacer una transferencia amigable del poder, es decir, contemplar cómo ante tus narices el partido político contrario toma físicamente el poder.
Con la irrupción de seguidores de Trump en el Capitolio el pasado 6 de enero de 2021, solo demuestra la repetida mentira y desacreditación a la legitimidad de la democracia y las instituciones estadounidenses. Trump, un Presidente movilizando a sus seguidores para mantenerse en el poder de forma ilegal, en un intento de autogolpe.
Los escándalos durante su periodo presidencial han marcado a un país con una crisis severa, la cual se ve reflejada en un momento de una esperada transición política con Joe Biden.