Collingwood, Melbourne, Australia. Cuando se apagan las luces los candelabros iluminan el camino del arte. La noche cálida y estrellada fue augurio del grato espectáculo que brindó Candlelight.
El concepto de esta puesta en escena innovadora es acercar la música clásica a la mayor cantidad de personas posibles, “democratizar el acceso” como lo explican sus propios creadores. La propuesta es vivir una experiencia musical a través de los sentidos con una variada oferta para todos los gustos, interpretada por músicos locales, en espacios emblemáticos de cada país.
Fotos: Sofia Jaimez Bertazzo
Candlelight se concibió inicialmente como un ciclo de música clásica con conciertos de obras de los más grandes compositores, como Vivaldi, Mozart y Chopin. Ahora, la lista incluye una amplia variedad de temas y géneros, con homenajes a artistas contemporáneos como Queen, ABBA, Coldplay, Taylor Swift y Ed Sheeran, así como repertorios dedicados al anime y bandas sonoras de películas. Muchos de los espectáculos también pueden incluir diferentes elementos, como bailarines de ballet o artistas aéreos, y otros géneros musicales como jazz, soul, ópera y flamenco.
Australia, Nueva Zelanda, España, México, Argentina, Brasil, Chile, Alemania, India, Francia, Estados Unidos, Portugal, Holanda, Bélgica, Italia, Suiza, Reino Unido, Corea del Sur, Canadá, Dinamarca y tantos otros países en la lista tienen sus respectivos escenarios para estos magníficos conciertos. Cada uno es único e irrepetible, modelado por su contexto y sus artistas, con identidad propia pero remitiendo a la universalidad de la música.
Así es que cuando llegas al lugar de destino las velas guían el camino hacia una experiencia sensorial que despierta todas tus emociones. La noche de Collingwood Town Hall estuvo marcada con la presencia de las magníficas creaciones de Freddy Mercury y su disruptivo Queen. Interpretada por las notas musicales de dos violinistas, una viola y un contrabajista que hicieron vibrar a todo el público presente. Que incluso terminó siendo parte del repertorio con palmas, chasquidos y cantos.
Música ¿Solo música?
La música puede ser una fuente de inspiración, puede ayudar a conectar con los sentimientos más profundos, evocar momentos y personas. En ese trance vi a Belén sentada, con las piernas cruzadas y sus ojos cerrados. Dejando que la música la envolviera, sintiendo cómo los sonidos la transportaban a otro mundo.
La música era hermosa y conmovedora. Allí Belén sintió que cada nota le hablaba directamente a su corazón. Le hizo pensar en su vida, en sus sueños y en sus esperanzas. Se pensó y repensó en un mundo nuevo, diferente, lejos de casa, pero haciendo lo que ama. Belén conectó con la música de forma especial porque esas canciones la acercaron a su infancia, al tocadiscos de la casa y los domingos por la mañana escuchando “I want to break free”. Y ahora que es libre se pregunta cómo seguir.
“We are the champions, my friends. And we’ll keep on fighting till the end. We are the champions” y ahora que se siente campeona piensa … muchas veces me dijeron que no iba a poder y lo logré. A veces me caigo y no encuentro rumbo pero sigo, “there’s no stopping me” se dice Belén porque sabe que al final hay recompensa. Entonces se repite a sí misma dentro de su cabeza “carry on, carry on. As if nothing really matters”. Dejar los miedos, “gotta leave you all behind. And face the truth”.
No hay caminos correctos, hay momentos, recuerdos y experiencias. Lo vivido por Belén es especial, algo que solo ella entenderá, lo que sí es seguro es que cuando las personas se animan a explorar encuentran nuevas formas de disfrutar la vida. Candlelight ofrece eso, una nueva forma de percibir la música.
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