Y al otro lado del mundo a comenzar de nuevo. Sentía tan ligeras mis dos maletas de 23 kilogramos…
Recuerdo haber pensado que lo que no empaqué, seguramente, me haría falta y en cosas como: ¿venderán allá mi marca de shampoo favorita?
Es extraño como las trivialidades inundan nuestra cabeza en un momento tan importante como lo es mudarse a otro país.
Hoy no recuerdo que dejé en mi antiguo lugar de residencia y ni siquiera creo haberlo necesitado o echado de menos.
Ni pensar qué me preocupaba tanto…
En dos maletas…
1.2K