Joe Biden ha sido elegido el como 46 Presidente de los Estados Unidos, logrando una ambición política de décadas y negándole a Donald Trump un segundo mandato después de una presidencia profundamente dividida, definida por una pandemia única en un siglo, agitación económica y disturbios sociales.
Biden ganó la presidencia al asegurar Pensilvania y sus 20 votos electorales, después de varios días de minucioso escrutinio tras una participación récord en todo el país. La victoria en Pensilvania, que Associated Press anunció a las 11.25 a.m. ET del sábado con el 99% de los votos contados, llevó el voto del colegio electoral de Biden a 284, superando los 270 necesarios para ganar la Casa Blanca.
“Frente a obstáculos sin precedentes, un número récord de estadounidenses votó, lo que demuestra una vez más que la democracia late profundamente en el corazón de Estados Unidos”, dijo Biden en un comunicado después de que se anunciara el resultado el sábado, exactamente 48 años después de su primera elección al Senado de los Estados Unidos.
“Con la campaña terminada, es hora de dejar atrás la ira y la dura retórica y unirnos como nación, es hora de que Estados Unidos se una y se cure “.
Se espera que el Presidente electo, acompañado por su vicepresidenta electa, Kamala Harris, se dirigirán a la nación más tarde el sábado.
Al elegir a Biden, el pueblo estadounidense ha reemplazado a un magnate inmobiliario y estrella de reality shows que no tenía experiencia política previa, con un veterano de Washington que ha pasado más de 50 años en la vida pública y que se postuló sin éxito dos veces para Presidente; Trump es el primer titular en perder la reelección desde 1992, cuando Bill Clinton derrotó a George HW Bush. Trump se negó a ceder ante Biden y declaró que su campaña perseguiría desafíos legales no especificados con respecto a los resultados.
La victoria de Biden fue celebrada por millones de estadounidenses en todo el país que habían pasado los últimos cuatro años organizándose y movilizándose contra Trump como un repudio a un Presidente que rompió las normas democráticas y avivó el agravio racial y cultural. Los vítores, los bocinazos y los bailes estallaron en las principales ciudades, incluida la capital del país, donde Biden asumirá el cargo el 20 de enero.
Sin embargo, Estados Unidos se enfrenta a una realidad difícil y de gran division, con la base electoral de Trump aún mas grande que en 2016 y reclamando fraude electoral; Biden tendrá que afrontar una crisis económica, una pandemia y un país claramente dividido.
El resultado también marcó un hito histórico para Harris, de 56 años, hija de inmigrantes jamaicanos e indios que se convertirá en la primera mujer, y la primera mujer de color, en ocupar la Vicepresidencia; su presencia en la lista demócrata sirvió como réplica a Trump, quien pasó cuatro años convirtiendo en chivo expiatorio a los migrantes y atacando a mujeres y comunidades de color.
La victoria de Biden amenaza con provocar convulsiones en todo el país, ya que Trump y su campaña continuaron haciendo afirmaciones infundadas de fraude electoral y prometieron desafiar los resultados. “Los votos legales deciden quién es el presidente, no los medios de comunicación”, dijo el actual Presidente en un comunicado, que fue enviado mientras jugaba golf en el club nacional Trump de golf, en Virginia. La declaración de Trump incluyó una letanía de afirmaciones sobre el proceso de recuento de votos e intentó socavar la fe en la integridad del sistema electoral al promover una conspiración sobre votos “legales” e “ilegales”.
A los 77 años, Biden se convertirá en el Presidente de más edad de Estados Unidos; su triunfo se produjo más de 48 horas después de que cerraran las urnas el día de las elecciones, mientras los funcionarios de estados clave trabajaban furiosamente para contar las papeletas en medio de un aumento sin precedentes en las votaciones por correo debido a la pandemia de coronavirus, que tan solo en Estados Unidos ha matado a más de 230.000 personas e infectado a millones.
