Portada Entretenimiento Cómo encontrarse con fauna autóctona sin salir de Auckland: Tiritiri Matangi

Cómo encontrarse con fauna autóctona sin salir de Auckland: Tiritiri Matangi

Brais Goyanes
A solamente 45 minutos del centro de la ciudad, la isla es un espacio protegido y un paraíso para las aves locales. Tiritiri Matangi, justo en frente de la península Whangaparoa, es un lugar atractivo para un gran número de visitantes, tanto independientes como grupos, colegios, asociaciones y operadores turísticos. Es frecuentada por amantes de los animales, la fotografía y de actividades al aire libre.

La isla se encuentra libre de depredadores y por esta gran afluencia de gente, se han establecido estrictas normas de Bioseguridad. Es muy importante seguir todas las indicaciones y pautas que les darán previamente a subir al barco y una vez llegados a Tiritiri Matangi. Tengan en cuenta también que las bicicletas no están permitidas.

Tiritiri Matangi isla

Vista de una de las rutas en Tiritiri Matangi.

Tiritiri Matangi, que en el lenguaje maorí significa arrojada por el viento, ha estado habitada desde principios de 1800. Primeramente por los Kawerau y más adelante por la tribu Ngati Paoa, cuyos asentamientos todavía conservan restos históricos. A partir de 1850, los primeros europeos empezaron a poblarla y la isla se convirtió en una granja para la cría de ganado.

Muelle de Tiritiri Matangi

Desde 1984, gracias a un programa de restauración, con ayudas tanto privadas como públicas, se ha ido replantando el bosque autóctono para protegerla de la erosión y para facilitar el asentamiento de las aves locales. Hay un total de 71 especies de aves, algunas en peligro de extinción y muy difíciles de observar en otro lugar. Algunas de las que podrán ver allí son el Kiwi, el Takahe, el Saddleback, el Tui, y el Kereru. Al mismo tiempo se pueden observar otras especies animales que van desde delfines, rayas, wetas, lagartos tuatara, geckos, etc. Mantengan los ojos abiertos y la cámara de fotos lista.

El faro de la isla en la distancia

Es una buena idea pasar la noche en la isla. La casa comunal es utilizada por voluntarios e investigadores, pero también se encuentra abierta al público. La casa ofrece alojamiento en habitaciones con camas, siempre bajo previa reserva. Si pasan la noche allí, podrán tener la oportunidad de escuchar al escurridizo pájaro kiwi, y si están de suerte, quizás también se tropiecen con uno de ellos en algún cruce de caminos. Por 10 dólares extra en el billete del barco, se puede realizar un paseo guiado de aproximadamente una hora y media, en donde les explicarán los proyectos llevados a cabo en Tiritiri Matangi.

Pareja de Tuis 

En la isla podrán ver el fotogénico faro de Tiritiri Matangi que fue construido en 1864. Es uno de los más antiguos de toda Nueva Zelanda y el más antiguo en la zona de Auckland. Muy cerca de él se encentra también el centro de visitantes y la tienda de regalos. Éste es el punto más transitado de la isla y es normal ver a un gran número de Tuis alrededor del comedero de aves, o a un Takahe encargándose de mantener el césped bien arreglado para los visitantes humanos.
Tiritiri Matangi Takahe

Takahe cansado de las fotos

La Playa Hobbs está a tan sólo diez minutos caminando desde el muelle y es buen lugar para refrescarse. En la parte norte y este de la isla hay otras calas en donde poder bañarse y tomar descanso en mitad del camino y si la visibilidad es buena, en el lado sur, se puede llegar a apreciar el “skyline” de Auckland.

Vistas de la ciudad en la distancia

No es necesario tener un gran nivel físico para visitar Tiritiri Matangi y existen diferentes rutas para todos los niveles. En dar la vuelta completa a la isla uno se puede llegar a demorar alrededor de cuatro horas.

No se olviden, como siempre, de llevar consigo líquidos, algo de comer, una gorra, crema solar y de consultar el pronóstico meteorológico. También pueden acudir a la página web de Fullers, para reservar los billetes, y la página oficial de la isla para información más detallada.

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