Si en las películas de ciencia ficción una nave no tiene hiperimpulsor, generalmente está equipada con cápsulas de hibernación. En películas como 2001: Odisea en el Espacio, Alien o Passengers, los astronautas ficticios se ponen en “animación suspendida” para atravesar la inmensidad del espacio. Ahora la ESA (Agencia Espacial Europea) ha investigado cómo la hibernación de la tripulación en la vida real impactaría el diseño de la nave espacial.
La hibernación humana ha sido objeto de una investigación por parte de distintas agencias espaciales durante años, pero hoy día nos encontramos más cerca de conseguirlo. Algo que seria clave en la posibilidad de viajar a planetas remotos, incluso más allá del sistema solar. Ya en 2016 la NASA anunció una inversión en el estudio y desarrollo de tecnología de hibernación, pero sin resultados públicos hasta ahora.
Tecnología existente de hibernación
El equipo científico de la ESA trata de evaluar las ventajas de la hibernación humana para un viaje a un planeta vecino, como Marte. Comenzaron con una evaluación sobre el estado actual de la técnica en hibernación humana, con la ayuda de los científicos de varias universidades europeas. Para medir las repercusiones de la hibernación en el cuerpo humano, tomaron como referencia un estudio de misión existente para enviar seis humanos a Marte y regresar en un plazo de cinco años.
“Trabajamos para ajustar la arquitectura de la nave espacial, su logística, protección contra la radiación, consumo de energía y diseño general de la misión”, comenta Robin Biesbroek, encargado del diseño y planificación de misiones para la ESA.
“Observamos cómo un equipo de astronautas podría ser puesto en hibernación, qué hacer en caso de emergencias, cómo manejar la seguridad humana e incluso qué impacto tendría la hibernación en la psicología del equipo. Finalmente, creamos un diseño inicial de la arquitectura del hábitat y creamos una hoja de ruta para lograr un enfoque validado para hibernar humanos a Marte dentro de 20 años”.
El estudio encontró que la masa de la nave espacial podría reducirse en un tercio al eliminar los cuartos de la tripulación con una reducción similar en los consumibles, equivalente a varias toneladas de masa ahorrada. La hibernación se llevaría a cabo en pequeñas cápsulas individuales que funcionarían como cabañas mientras la tripulación está despierta.
Módulo de hibernación
Se administraría un fármaco para inducir un “letargo”, término para el estado de hibernación. Al igual que los animales que hibernan, se esperaría que los astronautas adquieran grasa corporal adicional antes de ser inducido el sueño. Su temperatura se reduciría enormemente para enfriar a sus ocupantes durante su crucero, proyectado de 180 días entre la Tierra y Marte.
La fase de crucero de hibernación terminaría con un período de recuperación de 21 días, aunque según la experiencia de la hibernación de animales, la expectativa sería que la tripulación no experimentaría un desgaste óseo o muscular.
“La idea básica de poner a los astronautas en hibernación de larga duración en realidad no es tan descabellada: se ha probado y aplicado un método ampliamente comparable como terapia en pacientes con traumatismos de cuidados críticos y aquellos que se someten a cirugías mayores durante más de dos décadas”. Dijo la líder del equipo científico de la ESA, Jennifer Ngo-Anh. La mayoría de los centros médicos más importantes tienen protocolos para inducir la hipotermia en los pacientes a fin de reducir su metabolismo para ganar tiempo básicamente, lo que mantiene a los pacientes en una mejor forma de lo que estarían de otra manera.
“Nuestro objetivo es construir sobre esto en el futuro, investigando las vías cerebrales que se activan o bloquean durante el inicio de la hibernación, comenzando con los animales y pasando a las personas”.
Aunque parezca el guion de una película de Stanley Kubric, el futuro de los viajes espaciales esta cada vez más cerca de incorporar la hibernación como una opción viable para que el cuerpo de los astronautas llegue a destinos lejanos en condiciones optimas. Quien sabe, quizás en los próximos años seamos testigos de este avance.
Fuente: Agencia Espacial Europea