“85 % de los pacientes que presentan muerte súbita son asintomáticos cardiovasculares y el 50 % de los muertos por muerte súbita han presentado un síntoma menor subdiagnosticado o mal categorizado” Juan Manuel Correa Sanabria, médico especialista en Medicina del Deporte y experto en Biomecánica Deportiva.
¿Qué es la muerte súbita?
La muerte súbita es un hecho de origen cardíaco y se define como la suspensión de toda la actividad del corazón que lleva a un colapso de toda la función circulatoria en el organismo.
En el caso de los menores de 35 años la muerte súbita se produce frecuentemente por daño estructural del corazón (presente desde el nacimiento) y en mayores de 35 años la causa está asociada a enfermedad coronaria.
¿La muerte súbita es prevenible?
85 % de los pacientes que presentan muerte súbita son asintomáticos cardiovasculares, sin embargo una señal importante en las personas con riesgo de presentar muerte súbita es el síncope o desmayo durante la actividad física. También deben ser valoradas quienes experimenten dolor torácico, taquicardia o disnea (dificultad para respirar), menciona Juan Manuel Correa Sanabria, médico especialista en Medicina del Deporte y experto en Biomecánica Deportiva.
¡No se asuste con el ejercicio!
Según el especialista, el ejercicio no puede considerarse como una causa de muerte súbita, tiene que existir daño estructural o eléctrico en el corazón para que pueda desencadenarse este suceso. Además, agrega: “El Colegio Americano de Medicina del Deporte estima que el riesgo de un evento como un infarto es mucho más alto en las personas que no hacen ejercicio a aquellas que hacen cargas de ejercicios infrecuentes o de altas intensidades”.
Sin embargo, el inadecuado calentamiento o enfriamiento puede llevar a un evento cardíaco en una persona con una alteración cardíaca de base. “Si tú haces una carga de ejercicio moderada a alta, un ejercicio vigoroso y no haces un enfriamiento, cesas abruptamente la actividad esto lleva por diferentes mecanismos a una disminución de la presión arterial y esta disminución lleva a una reducción del riego circulatorio hacia el mismo corazón” explica el experto.
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¡Ojo con estos síntomas!
Si durante la actividad física o el ejercicio presenta:
» Mareos
» Desmayo
» Dolor en el pecho
» Sensación de no poder respirar apropiadamente
» Latidos del corazón muy rápidos (taquicardia)
Consulte a su médico para descartar cualquier alteración cardíaca adquirida o genética que pueda poner en jaque el funcionamiento de su corazón.
Y recuerde que el ejercicio es la mejor opción para reducir los factores de riesgo cardiovascular y mantenerse saludable, así que no hay excusa para no ejercitarse.
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