El 1 de diciembre a las 2 p.m. en Aotea Square varios emigrantes latinos residentes en Auckland se unieron al Cacerolazo Latinoamericano. Latidos Magazine habló con los asistentes quienes expresaron su opinión acerca de la situación de latinoamérica y la trascendencia de esta clase de actividades.
“Esta clase de manifestaciones se convierten en un faro de luz y esperanza” así lo expresó Diego, un argentino que estuvo presente como un gesto de solidaridad con sus países hermanos.
“Sin lugar a duda, es muy difícil lograr algo viviendo en Nueva Zelanda, ¿Qué podemos hacer nosotros con unas pancartas, cuando ellos tienen armas? nos quieren aplastar, pero no nos vamos a dejar ¡Los buenos somos más!”, Paloma una mexicana quien vive en Nueva Zelanda desde hace una década.
Es evidente, que lo que se está viviendo significa un despertar de conciencia, “Democracia no es solo votar, se debe ser participativo activamente” enfatiza Pamela quien ve con ojos de esperanza el futuro de Chile pese a aquella herida de la desigualdad social.
Todos los países latinos, paradójicamente, padecen las mismas enfermedades: corrupción, desigualdad social, falta de educación, las cuales debilitan las economía de la región e incrementan la tasa de desempleo; que en el 2019 se encuentra en 8 % para Latino América y el Caribe, siendo esta una de las más altas en 10 años, según datos de la Oficina de Coordinación para el Desarrollo de la ONU (UNDCO) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Lima.
Finalmente, “esta es una muestra de apoyo para que continúen con firmeza y resistencia de esto se puede lograr algo” concluye Diego, colombiano quien dejó el país cafetero hace 8 meses en busca de nuevos retos y oportunidades en Nueva Zelanda.
Texto de Eliana del Rosario Rosero Marin – Fotografia de Jhoan Hincapie