Amy es una chica neoyorquina, hija única de una pareja de escritores de renombre cuya fama y fortuna se basa en una serie de libros infantiles llamados “La asombrosa Amy” y que fueron inspirados en su hija. En una fiesta conoce a Nick Dunne, un hombre apuesto, inteligente y divertido. Desde que se conocen sienten una gran conexión y pasado el tiempo, cuando están por celebrar su quinto aniversario de bodas, de forma misteriosa y sin dejar rastro, ella desaparece. Con el avance de la investigación todas las sospechas apuntan a su esposo y si bien él insiste en su inocencia, sus actitudes ante la policía y la prensa no hacen más que acrecentar las sospechas en su contra.
Este libro llegó a mi por recomendación de uno de mis hermanos y debo agradecerle que lo haya hecho porque es una de esas novelas que recuerdas con gusto y que te gusta recomendar. Es un thriller psicológico en el que te adentras con mucha facilidad y que se sostiene con una trama con giros muy bien organizados que logran incrementar el interés y las ganas de continuar leyendo para saber cómo se desarrolla esta historia con dos protagonistas que no dejan de sorprenderte.
Gillian Flynn es una escritora estadounidense nacida en Kansas City. Después de dos novelas que también fueron premiadas, es que publicó esta novela logrando con ella alcanzar el gran éxito en ventas al que llegó, y que si, derivó en la película protagonizada por Ben Affleck y Rosamund Pike, dirigida por David Fincher.
Durante toda la primera mitad del libro nos vamos a adentrar en la historia de Nick y Amy. Es así que con una narrativa en primera persona vamos a sentir como nuestros los pensamientos de Nick y las emociones de Amy que nos cuenta en su diario los primeros años de su relación. Y si esto es poco para engancharte, espera a encontrar las incoherencias que existen entre lo que uno y otro fueron viendo y viviendo. De esta forma caemos en el relato de todo matrimonio que ha tenido un comienzo idílico y espectacular para irse sumergiendo poco a poco en inseguridades, peleas y problemas financieros que vuelven insostenible la relación y aún cuando ellos mismos lo saben, no dejan de prolongar el final ante el pretexto de una esperanza de que todo mejore. Bajo estas circunstancias es que Amy desaparece y aquí es donde entran los medios de comunicación, cuyo papel no deja de ser criticado por la autora pues notamos claramente como se aprovechan de cualquier detalle para agrandarlo o minimizarlo, consiguiendo con esto alterar la opinión pública dependiendo el interés del momento. La sencillez con que todo esto nos es narrado es lo que nos da como resultado una novela que nos engancha.
Perdida es una novela que te atrapa desde el principio no sólo por los giros que te llevan a querer saber más, sino también por la sencilla forma que tiene de narrar ese lado oscuro que existe en las relaciones entre las personas y los matrimonios. Es por eso que la segunda parte de la novela y después del inesperado giro de 180 grados, nos aviva el interés por continuar sabiendo las motivaciones de cada personaje.
Hay a quienes el final les ha dejado mal sabor de boca y es entendible pues un final así no es fácil de ser aceptado en su totalidad. Yo soy de las que lo aceptan sin problemas, porque si nos ponemos a entender en realidad todas las vertientes que nos puede dar la mentalidad y naturaleza humana dentro de las relaciones interpersonales, podremos encontrar que es un final que, quizás sin tanto escándalo, pero lo hemos visto en más de una pareja que tengamos cerca.
