Fotos: Cortesía de Lula Cucchiara
Al dia siguiente de ver el magnífico documental Fiona Clark: Unafraid contacté a Lula Cucchiara quien amablemente aceptó esta entrevista desde su casa en Sydney. Me platicó sobre las experiencias durante la producción y como fue ser invitada a participar en el Marché du Film del Festival de Cannes.
La cineasta argentina es joven, autodidacta, queer y respetuosa de la gente que ha luchado toda su vida por los derechos humanos de la comunidad LGBTIQA. Fiona Clark es una de las fotógrafas más importantes en la historia de Aotearoa Nueva Zelanda y el lector entenderá las razones cuando vea el documental.
Considero que Unafraid es una película de culto. Lo es hoy, y lo seguirá siendo dentro de 100 años. Por los temas, por la protagonista y por las circunstancias que enfrentó durante el estreno en tiempos de covid. En términos de revolución narrativa, si tuviera el DVD lo pondría en mi colección junto a Moonage Daydream, el reciente documental sobre David Bowie.
Fiona Clark: Unafraid. Encuentra el trailer en este enlace
Cómo y cuándo llegaste a Nueva Zelanda?
Llegué a Nueva Zelanda en Septiembre del 2008. Yo tenía 17 años, cumplí 18 al mes de llegar aquí. Nací en Buenos Aires, pero crecí en Villa General Belgrano, Córdoba. Terminé el nivel secundario y quería tomar un año sabático para poder vivir en otro país. Nueva Zelanda era una de las pocas opciones que teníamos en Argentina para aplicar por una visa con la cual pudiéramos trabajar por 12 meses, aprender inglés y estar legalmente.
Estaba también la posibilidad de Irlanda, pero Nueva Zelanda, me atrajo más por la idea de estar en la otra parte del mundo. Trabajaba los fines de semana, ahorré dinero y me vine.
El trabajo Lula Cucchiara en este enlace
Llegaste con la Working Holiday Visa?
Correcto. En aquel tiempo no era tan popular. No era como ahora, que vuelan de inmediato. En ese momento yo apliqué y había otras, no sé, tal vez 100 visas. Fue lo mejor que pude haber hecho.
Estudiaste cinematografía en Nueva Zelanda o en Argentina?
Nunca estudié cinematografía. Es pura pasión. Crecí en casa con mis padres quienes son muy creativos. Mi hermano más grande sí estudió cinematografía. Mi papá sacaba fotos y filmó casi toda nuestra juventud. A mi mamá le gusta mucho el cine, crecimos mirando películas. Crecí en un ambiente muy creativo. Yo sabía qué quería hacer después de ese año sabático. Tenía la idea de ir a la escuela de Bellas Artes o tomar una carrera creativa. Nunca pensé que iba a trabajar en lo que estoy trabajando ahora, que es audiovisual, cinematografía y fotografía. Nunca me imaginé que me iba a quedar 16 años en Nueva Zelanda. Y tampoco nunca pensé que podía trabajar de esto en Argentina. Se me abrieron las puertas en Nueva Zelanda y dije bueno, lo voy a aceptar y voy a seguir lo que me gusta.
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Quiénes son tus directores favoritos y tus mayores influencias cinematográficas?
Pedro Almodóvar es uno de mis favoritos, me gusta mucho su trabajo. Mi mamá me hizo la introducción a sus películas cuando era muy chica, yo tenía 14 años y también al cine argentino. La verdad es que miro un poco de todo.
Obviamente que me gustan mucho los documentales también, por eso decidí hacer uno y en realidad es porque me gusta aprender mirando películas y documentales y más ahora… Viste que en muchas plataformas online hay muchos documentales y pasé viéndolos durante años. No tengo una inspiración fija… me inspira la gente, me inspiran las historias, amistades con las que puedo colaborar y trabajar juntas.
Natsuki, Lula, Alice y Deb. Foto: cortesía de Lula Cucchiara
Cómo surgió la idea del documental con Fiona Clark?
En 2016 fui a un mercado de libros y encontré un photo book de Fiona. La verdad que antes de ver ese libro, no sabía nada de ella. El libro contenía la serie de fotografías ‘Living with AIDS’ que ella tomó en 1985, cuando estaba la epidemia del HIV. Me conmovió mucho ver estas imágenes. La manera en que ella documentó a la gente que estaba muriendo y la relación que ella tenía con ellos y cómo escribían notas al lado de las imágenes. Me pareció súper lindo el formato en el que ella documentó y cuando miré que era Nueva Zelanda y su biografía pensé ‘wow, no tenía ni idea que era de Nueva Zelanda!’. Yo soy queer, soy gay, entonces obviamente que me interesa mucho mi comunidad. Cuando busqué el nombre de Fiona Clark en internet me di cuenta que seguía viva y que había documentado mucho de la comunidad queer en Nueva Zelanda desde los años 70’s.
Me pareció re-loco, que nunca había visto nada de ella antes! ¿Cómo puede ser que no hay nada de nuestra comunidad de esa época? Y después comencé a buscar más información y me enteré que ella vendría a la ciudad de Auckland a hacer una exposición en grupo. Entonces fui a la exposición y la vi ahí y la verdad que no sabía qué decirle… Y lo primero que se me ocurrió fue: ‘quiero hacer un documental sobre vos’.
NZ Film on demand – Enlace para ver la película completa
Yo no tenía planeado previamente hacer un documental, pero me salió decirlo con el corazón y me miró y me dijo: ‘Ok, give me a call’. Entonces ahí empezamos, a comunicarnos durante todo un año por mails y llamadas de teléfono y empecé a entender un poco más su práctica y me di cuenta que no era sólo una fotógrafa, sino que toda su vida era muy interesante, que había muchas cosas que podíamos hablar y mostrar en el documental, como el cambio climático.
Mount Taranaki, Fiona y Meg
Alrededor del 2017 empezamos a ver cómo íbamos a enfocar la película. En 2018 empecé a buscar los fondos para para la producción. Fueron tres años y medio en los que trabajamos en la película. El equipo estuvo conformado por la asistente de dirección: Siobhan Price quien también es mi pareja. La cinematografía estuvo a cargo de Alice Stephens, la asistente de cámara es Natsuki Arai, el sonido en manos de Deb Frame, la edición gracias a Anastasia Dioniants, y la composición musical fue de Frances Libeau. Y Fiona, obviamente. Salió lo que salió.
De izquierda a derecha: Ange, Deb, Natsuki, Alice y Siobhan
Generaste una amistad muy entrañable con Fiona ¿Cuál es la experiencia más valiosa o la memoria más bonita que tienes de trabajar con ella?
Yo creo que fue la apreciación. Como experiencia, todo fue increíble y me siento súper honrada de haber tenido la oportunidad de entrar en su casa, de ver la documentación. Me encanta su fotografía. Estar en la habitación donde guarda todos los negativos y que me mostrara décadas de su archivo. En la película mostramos alrededor de un 10% de su trabajo. La cantidad de trabajo que tiene esa mujer es increíble! Me sentí súper honrada de poder estar ahí y que ella me abriera las puertas para tener una amistad. Ahora ella es mi familia.
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No puedo elegir un momento específico, pero puedo definir que me abrió los ojos para entender que todavía hay mucho que tenemos que seguir construyendo para que nuestra comunidad sea aceptada, para muchas cosas. Me di cuenta de todo pasó durante los 70’s hasta ahora. Cuando estaba haciendo la película, mi mujer estaba embarazada de nuestro primer bebé. Y yo estaba haciendo una entrevista a una persona que era trans a quien le dieron electroshocks porque quería transicionar. Y me di cuenta de lo que avanzamos y de todo el trabajo que han hecho las personas más adultas para tener la libertad que tenemos hoy.
Eso para mí fue…no sé la palabra, pero el mayor logro de trabajar en esta película con Fiona fue poder abrir los ojos a la apreciación de la lucha por nuestros derechos.
Unidas por el arte con la cámara. Lula Cucchiara, Fiona Clark y Alice Stephens. El documental también se puede ver en SBS
Me sorprendió muchísimo el comentario en el documental que dice que hay gente que no la ve como artista. Que hay gente que dice que es una excéntrica, alguien que vive ahí en la fábrica local. Aquí en su propio país la gente la rechazó y sufrió el ataque premeditado y maligno de un motociclista que la golpeó dejándola completamente ciega de un ojo y de un 30% del otro. ¿Qué podrías comentar sobre esta situación?
A ella le ha pasado de todo. Y ella vé en términos de ‘bueno, estoy viva, keep cool’. Tiene una resiliencia que yo nunca ví antes en una persona. Nunca ví a alguien tan fuerte. Resiliencia es la mejor palabra para describirla.
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El soundtrack es buenísimo. ¿Lo eligieron juntas?
Trabajé con una amiga que hace composición. También incluímos bandas de música originarias de Nueva Zelanda, específicamente de los años 70’s a los 90’s. Y para la canción de Fatboy Slim, tuvimos que obtener el permiso.
Mi amiga Frances realizó la composición original y fue muy específica. Ella tuvo mucha libertad y a ella le encantó trabajar así. A todas las personas que trabajaron conmigo les apasiona Fiona y su trabajo. Entonces yo creo que por eso la película también es buena, porque te das cuenta de que todas le pusieron mucho amor.
Es mi primera película. Yo sé de cine, por lo que veo. Aprendí muchísimo haciendo la película y la verdad es que no seguí ninguna regla ni nada. Yo seguí la historia de Fiona.
Escucha la música de Frances Libeau en este enlace
Seguí una estructura que a mí me atraía, fue muy personal y al mismo tiempo constantemente trabajando con mi equipo y preguntándoles a ver qué sentían, cómo lo veían, si se sentían aburridas, si esta escena la necesitábamos. Hicimos la película en segmentos, yo no la quise hacer cronológicamente. Yo la quise hacer como sentíamos, de acuerdo con lo que queríamos ver a continuación.
Vos ves que en la película hay partes muy fuertes y luego pasas a una parte del presente. Ves a la Fiona actual: ella es positiva, se ríe, es graciosa. Entonces es como que un viaje que te sube desde algo que te confronta. Y después te da unos segundos para asimilar. Y ese momento es cuando trabajamos mucho con la música para que siga eso, para que acompañe a la historia.
Generando estructuras visuales
Hay un momento de la película donde ella y una amiga hacen un performance. Fue una grabación especialmente para el documental?
No, eso es todo footage de Fiona. Fue un performance y lo filmaron con una cámara más nueva y no fue hace tanto tiempo. Es parte de su activismo del cambio climático.
¿Cuándo se vuelve a proyectar en Nueva Zelanda?
Al principio nos invitaron a Cannes, eso fue increíble. No pudimos ir porque justo cayó la pandemia, así que tuvimos que hacer todo online y fue rarísimo…no fue lo mismo.
La New Zealand Film Commission nos avisó que nos iba a llevar y nos iba a ayudar con los costos del viaje junto con otras cinco películas neozelandesas para presentarlas en Marché du Film de Cannes que es muy específico y es buenísimo tener la oportunidad. En ese mercado se trata de vender la película a muchos otros festivales y a plataformas online. Desafortunadamente no pudimos ir debido a la pandemia, pero si logramos establecer buenas conexiones. El mercado de Cannes es usualmente una semana antes del Festival donde se presentan 10 minutos de la película y la puedes vender al mercado internacional. Para mí fue increíble, a pesar de no poder estar físicamente. Finalmente es ser parte del evento.
Luego cuando terminamos la película completa a fines del 2020 tuvimos el honor de que nos invitaran a que tuviéramos la premiere en el Festival Internacional de Cine de New Zealand (NZIFF 2021). La premiere fue en el Embassy Theatre en Wellington, luego tuvimos varias presentaciones en Auckland pero debido a el covid todo fue super limitado. Yo no pude ir a ninguna de las proyecciones hasta que nos invitaron a ser parte del festival ‘In The Shade’ en 2021 en Auckland y pudimos finalmente ver la película en el cine con más de 400 personas entre amigos, familiares, todo el crew, fue increíble!
Internacionalmente tuvimos la premiere en un festival en Toronto, Canadá llamado Inside Out y estuvimos allá durante 10 días.
Noche de estreno. Andy, Fiona y Frances Clark Foto: Becki Moss
Un legado para la historia de Aotearoa Nueva Zelanda.
Fiona Clark: Unafraid está disponible como material de investigación para estudiantes universitarios. Para mí es importante dejar claro que esta película es documentación de una persona que a su vez documentó parte de una era en Aotearoa Nueva Zelanda.
Yo fui a buscar a bibliotecas y no había mucha información sobre esos tiempos, el HIV, el activismo rural en New Plymouth. Realmente no hay mucha información. Yo creo que hay mucha gente que tiene documentación como la que tiene Fiona, especialmente la parte queer. Pero era ilegal en esa época, era ilegal ser gay. Entonces las fotos se quedaban guardadas en casa, no lo mostraba porque no podían hacer eso.
Fiona armó su propio cuarto oscuro para revelar porque si mandaba los negativos a un laboratorio se los rompían diciendo ‘que son estos monstruos’. Había mucha censura y es increíble que Fiona documentó todo esto y me dejó verlo todo, me permitió mostrarlo a una audiencia mucho más grande.
Lula acompañada de Tina de Malmanche, estrella de la escena Drag quien es entrevistada en el documental y Siobhan, la esposa de la directora cinematográfica.
Los colores del Arcoiris en film
Eran tiempos en que casi todo se fotografiaba en blanco y negro. Cuando Fiona estudiaba en la universidad y dijo que quería trabajar en color, se enfrentó a un maestro que era daltónico y en general no creían en la foto en color como arte.
Fiona iba a los bares a fotografíar las fiestas de drag queens donde todo es colorido. Obviamente ella quería fotografiar en color, ya que en blanco y negro se pierde la esencia del ambiente vibrante.
Fiona y Lula. Encuentra el documental en Prime Video en este enlace. Una verdadera joya cinematográfica
Por qué te fuiste a vivir a Australia?
Estoy trabajando en otros dos proyectos, uno es documental y el otro de ficción. El año pasado trabajar en foto y cine fue difícil en Nueva Zelanda, no había mucho trabajo debido al clima muy malo que tuvimos. Para poder sustentar mis proyectos personales, tengo que hacer trabajo comercial. Mi familia y yo estamos muy contentos con el cambio, pero no es para siempre, es por ahora para poder tener trabajo constante, probar lugares nuevos y conocer gente nueva.
Familia y colegas. Encuentra más sobre el crew y protagonistas en la página de New Zealand Film Commision
Algo más que te gustaría agregar para la comunidad Latina?
Creo que muchos latinos cuando llegamos a otro país nos aislamos un poco del mundo hispanoparlante con el objetivo de aprender inglés y la cultura local. Tres o cuatro años después extrañaba mucho mi comunidad Latina y comencé a buscar más amistades. Ahora tengo un hijo con quien hablo en español y va a un colegio Latino en Sydney. Yo he conocido muchos creativos en Australia y Nueva Zelanda. Me encantó que me hayas entrevistado porque es muy bueno que exista una plataforma para compartir nuestros logros como inmigrantes.