Durante muchos años Portugal estuvo bajo el mando del dictador António de Oliveira Salazar y es en este período en el que se sitúa esta historia que Lobo Antunes publicara en 1996 y en donde nos cuenta los procesos de cambio que se vivieron tanto en el mundo de la gente con poder como en aquellos que estaban bajo su mando.
Su personaje central, que no principal, es un ministro que tenía contacto directo con el dictador y es alrededor de él que gravitan todos nuestros personajes y con quienes iremos conociendo el cambio que viven tanto los lugares como las personas conforme se va acabando la dictadura.
Cada capítulo es un juego entre relatos y comentarios donde los personajes van tomando forma. Todas estas voces narrativas nos adentran en historias de miseria, ignorancia, compasión y poder que afectaron de forma distinta a los habitantes de una misma casa y lo que en un principio nos puede parecer ilógico o injusto, al saber las razones que tienen, les vamos entendiendo
Como en toda historia nos adentramos en mentiras y vacíos, porque la vida fuera de los libros funciona así y este es un reflejo de esto, donde cada quien tiene su versión de la misma vivencia.
“Manual de inquisidores” no es una historia ajena. Sabemos que es algo a lo que se enfrenta cualquier país donde ha habido una dictadura o existe abuso del poder, ya sea solo por placer o porque quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad consideran que no tienen derecho a nada más pues es lo que “debe de ser”. Misma excusa utilizada por esta gente que sin tener consciencia de su privilegio consideran que son los demás los que llevan ventaja.
Lobo Antunes no idealiza ninguna situación y viajamos entre la dictadura y la revolución junto a sus personajes. Conociendo derrotas y victorias que tienen más que ver con la naturaleza humana que con la pobreza o riqueza. Aunque si, nos muestra que todo lugar donde existe abuso de poder tiene soberbia, criminalidad y colma de miseria a esa parte de la sociedad que la sufre.
Lo que menos me gustó:
El recurso narrativo de relatos orales comparables a un monólogo puede llegar a dificultar la lectura al convertirla en algo monótono y repetitivo.
Lo que más me gustó:
– La forma en que muestra que la gente que está en el poder es la misma sin importar las fronteras
– Como presenta las consecuencias del paso del tiempo y de las decisiones que tomamos.
– Y que por mucho que creamos que solo estamos unidos a aquellos a los que somos cercanos y con los que convivimos diariamente, hay cosas que como personas nos unen más: historias, vivencias, casualidades y quizás nunca vayamos a estar conscientes en su totalidad.