Sergio Mendhoza tiene 12 años, usa una prótesis en una pierna y toca la batería muy bien. Su hermana mayor es Alicia y viven juntos en la Colonia Roma de la Ciudad de México; huérfanos de madre y lejos de su padre. Han ocurrido diversos asesinatos de niños en la Ciudad de México y el libro comienza contándonos la forma en que los padres de un chico reciben un costal, con huesos y ropas ensangrentadas pero sin el cráneo. Mientras todo esto sucede, Sergio se va volviendo nuestro protagonista y se nos van desvelando ciertas facultades sensoriales que tiene, hasta que un buen día mientras está solo en su departamento, comienza a recibir varios mensajes vía chat con solo una pregunta: ¿Cuánto miedo puedes soportar Mendhoza?. A partir de ahí se va desarrollando una historia que para este momento nos tiene ya atrapados y asustados.
El autor de este libro es Antonio Malpica (Toño para quienes hemos tenido el gusto de conocer más de su obra y acaso también en persona). Yo lo conocí con este libro cuando la Editorial Océano sacó a la venta, allá por 2009 una serie de varios autores de libros de terror llamada “El lado oscuro”. Debo confesar que, de varios que leí, este me pareció el mejor, ya que me atrapó con una historia que desde las primeras páginas demuestra que es terror de ese que disfrutamos los amantes de este tipo de novelas, porque su forma de contarlo no nos da respiro y nos tiene en tensión todo el tiempo. La ambientación de las escenas está tan bien lograda que no necesitas ser de la Ciudad de México para sentirte pisando cada calle del centro histórico que, quienes hemos estado ahí, sabemos que puede llegar a ser tan sórdida y peligrosa como el mismo Malpica la describe.
Dentro de toda historia de héroes no podemos dejar de lado una fuerza que siempre impulsará a quien quiera adentrarse en una tarea que le pueda parecer titánica: la amistad. Es así que conocemos a dos de los mejores amigos y acompañantes de aventuras que Sergio podría tener. Primero nos encontramos con su compañero de escuela y mejor amigo Jop y luego conocemos a Brianda, su vecina y amiga. Cabe decir que entre los tres forman un trío de amigos de esos con los que los peligros no dejan de existir pero se vuelven más fáciles de enfrentar. Con el paso de la lectura nos encontramos también con el policía a cargo de la investigación de los esqueletos decapitados, el detective Guillen quien, al darse cuenta de ciertas habilidades y capacidades de Sergio, lo recluta como su ayudante en la investigación y quien termina siendo un personaje entrañable.
Algo que disfruto mucho al leer a Toño Malpica es que su forma de describir cada una de las escenas o momentos que se están viviendo dentro de la narrativa vuelve muy fácil perderse en ella y así, el tiempo y las páginas se van volando y las imágenes se quedan tan vívidas como si hubiéramos estado en el lugar.
La portada que incluyo en mi reseña es la de aquella edición de 2009, la actual ha sido modificada haciendo que los cinco libros que conforman la saga combinen entre todas. Así que solo me resta recomendarles que vayan por toda la saga. Aprovechen ustedes que no tuvieron que esperar los dos años que pasaron para que yo pudiera leer la siguiente.