El vuelo QR908, con destino a Sydney, Australia, debía salir del Aeropuerto Internacional “Hamad”, en Doha, a las 8:30 horas del viernes 2 de octubre, pero se retrasó cuatro horas, tras el descubrimiento de un bebé recién nacido en el baño del aeropuerto.
En un comunicado entregado a ABC, el aeropuerto confirmó que el bebé prematuro estaba vivo, y de acuerdo al periódico The Guardian, el bebé se encuentra recibiendo tratamiento médico.
Es ilegal tener relaciones sexuales fuera del matrimonio en Qatar, por lo que en los vecinos Emiratos Árabes Unidos, las madres migrantes solteras deben cumplir una pena de cárcel antes de poder salir del país; los trabajadores de la salud están obligados a denunciar a las madres solteras por violar la ley, motivo por el cual muchas optan por dar a luz sin asistencia, no en el hospital.
Los oficiales de Aeropuerto Internacional “Hamad” tomaron acción y decidieron pedir a todas pasajeras del vuelo a Sydney desembarcar; entre los 34 pasajeros a bordo, se encontraba el Dr. Wolfgang Babeck, que regresaba a Australia después de pasar un mes en Alemania con su padre enfermo. Babeck declaró a The Guardian Australia que regresaron un tiempo después y “la mayoría estaban muy molestas… al menos una de ellas estaba llorando, estaban discutiendo lo que había pasado y diciendo que era inaceptable y repugnante”.
Momentos después del despegue, Babeck decide hablar con una de las pasajeras, quienes dijeron haber sido sacadas del avión y llevadas a un área no pública del aeropuerto y sometidas a un examen pélvico dentro de una ambulancia. “Fueron llevados por personal de seguridad al sótano, sin saber lo que estaba pasando”, dijo. “Y luego fueron presentados a una doctora y básicamente las registraron al desnudo y tuvieron que quitarles todo, toda la ropa, incluso la ropa interior… luego la médica intentaba palpar el útero y el área del estómago o la parte inferior del abdomen para ver si es posible que hayan dado a luz recientemente”.
Dentro de las pasajeras de los diez vuelos, se encontraba Kim Mills, quién fue la única a la cual no se le practico el examen ya que esta en sus sesentas.
Según comenta Mills, “me dijeron que diera un paso adelante, que entrara en la ambulancia, y cuando me adelanté, otro oficial se acercó y se paró frente a mí y dijo: ‘No, no, ve, ve’, y mientras estaba parada allí con este oficial diciéndome que me fuera, una joven salió de la ambulancia y estaba llorando y luciendo muy angustiada… me di la vuelta y comencé a caminar con ella tratando de consolarla, le dije: ‘¿qué pasa, qué está pasando?’ , y ella me dijo que habían encontrado un bebé en el baño del aeropuerto y estaban examinando a todas las mujeres”.
Kate se encontraba en la clase de “business” del avión, y durante la espera de tres horas a bordo, fue despertada por uno de los asistentes de vuelo. Le indicaron a la pasajera que tenía que salir del avión con su pasaporte de inmediato, ya que la policía quería hablar con ella. En un estado de sueño, Kate salió del avión y observó la sala de espera junto a la puerta, donde estaban esperando las otras mujeres de su vuelo, se acercó a una guardia y le preguntó qué estaba pasando, “ella dijo: ‘No, no, no, lo descubrirás cuando te llevemos abajo’”, dijo Mills.
Cuando la condujeron a la parte inferior del aeropuerto, Mills observó grandes puertas corredizas de vidrio, todavía no sabía el motivo por el cual conducían allí;“… cuando miré a través de la puerta de vidrio, noté que tenían al menos dos ambulancias alineadas, pero eran ambulancias con puertas laterales; pude ver a alguien vestido con ropa quirúrgica, equipo quirúrgico y yo pensó que debía tener algo que ver con el coronavirus ”.
Mills dijo que si no hubiera sido por el coronavirus, ella habría estado aterrada de lo que estaba aconteciendo.
Dentro de las pasajeras agraviadas se encontraba una mujer neozelandesa, por lo que el Ministro de Asuntos Exteriores se manifestó al respecto e indicó que “estábamos extremadamente preocupados al saber que una ciudadana de Nueva Zelanda estuvo involucrado en el terrible incidente que involucró a pasajeras en varios vuelos de Qatar Airways… esta acción fue completamente inaceptable. Estamos dando a conocer nuestras opiniones a las autoridades de Qatar y estamos buscando un informe completo sobre lo ocurrido”. El Gobierno de Australia también se manifestó con disgusto y preocupación, exigiendo una investigación de lo sucedido.
Desde que la noticia salió a la luz el 26 de octubre, se han descubierto que mujeres británicas y francesas también se vieron afectadas.