Alexandria Ocasio-Cortez
(AOC)
Mujer Maravilla de la izquierda, bruja malvada de la derecha, Ocasio-Cortez se ha convertido en la segunda política más comentada en Estados Unidos, después del presidente de los Estados Unidos. Desde que venció al titular de 10 mandatos Joe Crowley en las primarias demócratas para representar al distrito 14 de Nueva York, la ex bartender de 29 años ha presionado a los candidatos presidenciales de 2020 para que apoyen su Green New Deal, un paquete propuesto de legislación de los Estados Unidos que tiene como objetivo abordar el cambio climático y la desigualdad económica. Hizo que la reforma de las finanzas de campaña se volviera viral y ayudó a los activistas a que expulsaran a Amazon de Queens con un par de tweets. Ningún legislador en la memoria reciente ha traducido tan pocos votos en tanto capital político y social con tanta rapidez. Su número de seguidores en Twitter ha aumentado de unos 49.000 el verano pasado a más de 3,5 millones
Al mismo tiempo, es una legisladora de primer año que intenta dominar su primer gran trabajo de tiempo completo. Ocasio-Cortez representa una visión del futuro del Partido Demócrata. Es una joven hispana, tres piedras angulares de la coalición electoral del partido. Es una socialista democrática en un momento en que la confianza en el capitalismo está disminuyendo, especialmente entre los millennials progresistas. Los temas sobre los que se postuló: un Green New Deal, Medicare para todos, una garantía federal de empleo, la abolición de Inmmigration and Customs Enforcement (ICE) están animando a una nueva generación de demócratas.
Es un fenómeno político: en parte activista, en parte legisladora, posiblemente la mejor narradora del partido desde Barack Obama y quizás la única demócrata en este momento con el poder de las estrellas para desafiar al presidente Donald Trump.
La mujer que todos llaman AOC es tanto una villana a la derecha como una heroína a la izquierda. Reemplazó a Hillary Clinton como el saco de boxeo preferido de los expertos de la cadena de televisión FOX News y los legisladores republicanos, y los éxitos están pasando factura. La opinión pública de Ocasio-Cortez se ha agriado a medida que se vuelve más conocida; su propuesta Green New Deal ha impulsado debates políticos en la izquierda, pero prácticamente no tiene posibilidades de convertirse en ley en el corto plazo. A muchos demócratas de la Cámara de Representantes les molesta su celebridad y les preocupa que ensombrezca los esfuerzos por llegar a los votantes moderados que llevaron al partido a la mayoría. La encuentran desafiante en sus ideales, pero en su forma de presentarse ante el Congreso y hacer preguntas retoricas.
Eso se debe a que Ocasio-Cortez amenaza el status quo, trayendo una impaciencia juvenil a un conjunto de políticas popularizadas por la campaña de Bernie Sanders en 2016, como Medicare para Todos y la universidad pública gratuita. Ella no habla de cambiar escaños y votos, sino de ganar corazones y mentes. La suya es la política de lo posible no de lo práctico. No está pensando en cómo mantener la mayoría demócrata durante otros dos años, está pensando en cómo definir la agenda para las próximas dos décadas.
“An entire generation, which is now becoming one of the largest electorates in America, came of age and never saw American prosperity.” AOC
Pero ésta es la paradoja que enfrentan los demócratas: Ocasio-Cortez representa una fusión de movimiento y política electoral que no ha penetrado al resto del partido, y mucho menos al resto del país. Las ideas que generan más entusiasmo entre el flanco izquierdo muy ruidoso y en línea del partido no necesariamente ganan las elecciones. Lo que para algunos progresistas no viene al caso. El objetivo de un mensaje no es ganar una elección, es cambiar la política, mover las cosas para la gente, liderar con sus ideales.
Como activista, Ocasio-Cortez está acostumbrada a centrarse más en los imperativos morales que en las victorias políticas incrementales. Entonces, evaluar el éxito de Ocasio-Cortez depende del marco de tiempo en el que se la juzgue.
¿Habrá una posibilidad de ofrecer Medicare para todos los estadounidenses y un nuevo acuerdo ecológico en los próximos dos años? No, pero tener el debate ya está marcando una diferencia en la forma en que DC, Washington hace negocios y eso es lo que cuenta en este momento para fomentar un cambio.
