De un tiempo acá el método de ayuno intermitente o intermittent fasting se ha vuelto popular como posible alternativa para bajar peso, en redes sociales hablan del tema e incluso hay quienes comparten sus beneficios.
Este método consiste en un ayuno prolongado por períodos de 16, 18 y hasta 24 horas durante al menos dos días a la semana, en este tiempo las personas solo podrán consumir agua, té, aromáticas o café sin azúcar. Pese a que quienes están a favor de esta práctica destacan que la privación por tiempo prolongado de alimentos ayuda al organismo a potencializar sus funciones. Existen quienes sustentan que esta tendencia puede llegar a convertirse en una práctica perjudicial, de allí que nadie debería empezarlo a realizar sin supervisión y asesoría.
La Nutricionista y Dietista Pilar Serrano Galvis menciona que este método no es una dieta específica, al parecer cada quien decide en qué momento hacer dicho ayuno; lo más popular es evitar el desayuno y hacer la última comida el día anterior; generalmente quienes promueven este tipo de “dieta” no creen que el desayuno sea la comida más importante del día.
El fundamento de esta práctica es inducir cetosis en el metabolismo, un estado en el que se utiliza grasa para producir fuentes de energía diferentes al azúcar para alimentar a órganos como el cerebro, por ejemplo; dicen que esto hace que se activen mecanismos diferentes a la insulina y obtener energía de otras fuentes. Sin embargo, aunque recurre a mecanismos fisiológicos de rescate que tiene el metabolismo, en realidad no se ha demostrado ningún efecto positivo a largo plazo y si puede afectar el rendimiento intelectual de la persona si se hace en horas de vigilia, es decir, en horas hábiles.
“Esta es una práctica entre personas con hábitos de meditación profunda y muy bajo consumo de alimentos. Por lo general estas tendencias están ligadas a un estilo de vida con un componente espiritual fuerte de donde se deriva un estado metabólico de muy bajo gasto energético basal, y justamente por eso no se puede adoptar tan “ligeramente” como una recomendación nutricional o saludable”
Pilar Serrano Galvis, Nutricionista y Dietista
@pilar_serrano_galvis @funsnacksbga
¿Qué tan saludable puede ser perder peso por medio de esta dieta?
Según la especialista el ayuno intermitente no es una opción definitivamente para bajar peso, el que así lo crea se está engañando o dejando engañar. Esta es una práctica entre personas con hábitos de meditación profunda y muy bajo consumo de alimentos. Por lo general estas tendencias están ligadas a un estilo de vida con un componente espiritual fuerte de donde se deriva un estado metabólico de muy bajo gasto energético basal, y justamente por eso no se puede adoptar tan “ligeramente” como una recomendación nutricional o saludable.
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Finalmente, la especialista enfatiza en que está descrito científicamente que quien no desayuna activa todos los mecanismos de ahorro de energía y es la mejor forma de desarrollar sobrepeso y obesidad con el tiempo.
Sin embargo, si aún considera esta alternativa tenga en cuenta que no debe aumentar su actividad física, antes de iniciar se requiere una valoración previa del estado de la glicemia y un perfil metabólico, los cuales deben ser estudiados estrictamente por un especialista que lo acompañe en este proceso, no lo haga por su cuenta.