Un juzgado decretó prisión preventiva para seis policías chilenos acusados de torturar y agredir sexualmente al estudiante de medicina Josué Maureira en la comisaría de Pedro Aguirre Cerda durante el toque de queda que se impuso en el país durante los primeros días del estallido social.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) informó en sus redes sociales de que el Juzgado de Santiago dictó prisión preventiva para los carabineros “por constituir un grave peligro para la sociedad”. Los seis agentes fueron imputados por un delito de torturas, dos de los cuales fueron además acusados por abuso sexual agravado, indicó la Fiscalía.
El estudiante de medicina Josué Maureira denunció el trato vejatorio que recibió en la comisaria de Pedro Aguirre Cerda donde fue golpeado hasta romperle el tabique nasal, vejado por su orientación sexual, violado y amenazado de muerte.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 21 de octubre, tres días después de que estallase la mayor crisis de la actual democracia chilena, cuando el estudiante de medicina Josué Maureira fue detenido en pleno toque de queda frente a un supermercado que estaba siendo saqueado. Según relató el joven ante la Fiscalía, fue apaleado hasta quedar inconsciente y trasladado a la comisaria del municipio de Pedro Aguirre Cerda, situado en la capital y uno de las que más denuncias ha acumulado desde el inicio de la crisis. Una vez allí, Maureira explicó que fue nuevamente golpeado hasta romperle el tabique nasal, vejado por su orientación sexual y por llevar las uñas pintadas de rojo, violado con una porra, amenazado de muerte y encarcelado por supuestas agresiones a los agentes.
El cuerpo policial está en el punto de mira por su brutalidad en la dispersión de las protestas y ha sido acusado de haber cometido graves violaciones de derechos humanos. El INDH ha interpuesto desde el inicio de las revueltas un total de 943 denuncias contra agentes del Estado, de las cuales cinco son por homicidio, 750 por torturas y tratos crueles y 134 por violencia sexual (desnudamientos, tocamientos y cuatro violaciones).
Tras un descontento social general en la población, un llamamiento de los estudiantes a colarse en el metro de Santiago se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo, que ha dejado al menos 24 muertos y episodios de violencia extrema con saqueos, incendios, barricadas y destrucción de mobiliario público. Aunque las manifestaciones han perdido fuerza, sigue existiendo descontento en las calles y la crisis parece lejos de solucionarse, pese a las medidas sociales del Gobierno y al referendum del próximo mes de abril para decidir si se cambia la Constitución, redactada en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y señalada por ser el origen de las grandes desigualdades del país.
Fuentes: El Comercio | CNN Chile | Publico | El Mostrador | La Tercera | La Republica |