Para introducirnos en este tema vamos a analizar primeramente como cada uno define lo que es un sentimiento negativo.
DOLOR-MIEDO-RABIA-ENOJO-FRUSTRACION-TRISTEZA-IRA-DUDAS-SOLEDAD-ODIO.
Desde nuestros primeros años la familia, la sociedad, la cultura nos va indicando lo bueno y malo. Escuchamos frases como: “En el amor también se sufre”, “Pasar por malos trabajos nos lleva a un crecimiento mayor”, “No llores que te ves fe@”, “Un clavo no saca a otro pero ayuda”, “No te quedes mal en tu casa… mejor salí y despéjate”, “Tienes que ser fuerte”, “Sos una persona malhumorada”, “contestas muy mal”, “Eso no te hace bien” “Da vuelta la página”, “Olvídate y seguí adelante”, “No vale la pena sufrir”, etc.
Ahora, nadie nos enseña cómo lidiar internamente con estos sentimientos, como ocuparnos de los verdaderos problemas sin dejarlos bajo la alfombra, nadie nos enseña que si no los aprendemos a sobrellevar, estos se van a repetir con diferentes intensidades por el resto de nuestras vidas y vamos a verlos delante nuestro, una y otra vez , hasta poder liberarlos.
En primera instancia debemos tener presente que estos sentimientos no son un castigo hacia nosotros mismo, sino que es una llamada de atención a trabajar internamente, debemos ver algo en nosotros para poder superarlo y soltarlo.
- La observación es el primer paso para reconocerlo. Sin modificarnos, sin juzgarnos, simplemente observando la incomodidad que nos produce ese sentimiento. Intentemos ver nuestra parte física y mental de manera consiente.
- Debemos distinguir como sentimos con nuestro cuerpo físico, describiendo las sensaciones que nos produce. Ej. siento calor en el pecho y en las manos, se me cierra el estómago, siento calor en la cabeza, me sudan los pies y manos, se me contractura la espalda, quiero comer, etc.
- Intentemos distinguir como se disparan nuestros pensamientos. Ej. Pero si yo no hice nada, ¿Cómo me va a chocar? ¿Acaso no me ve caminando por la calle?, ¿Todavía no sabe que eso me molesta?, ¿Por qué no soy feliz?, me duele, siento que se me va a romper el corazón, yo no me merezco esto, no tengo ganas, etc.
Al principio no es fácil observarnos en medio de una discusión, un roce en el trabajo o cuando sentimos un dolor u enojo grande. Pero si podemos hacerlo desde las pequeñas molestias cotidianas. Es poner una pequeña pausa para poder conocernos de manera consiente.
- Reconocer de donde proviene esa sensación. Cuando logremos observar nuestras incomodidades, detallando los causales físicos y mentales, vamos a poder ir adelantándolos a estas molestias, buscando refugiarnos en el silencio y la observancia con atención. Vamos a poder darnos cuenta que, cuando tenemos estos pensamientos reiterativos o molestias físicas, para nosotros significa algo puntual. El ir distinguiendo esto es autoconocimiento personal. Una vez que vemos claramente lo que nos pasa, es cuando podemos hacernos responsables de solucionarlo. Una vez que pudimos adelantarnos a estas incomodidades en nuestra vida cotidiana o ante situaciones puntuales es necesario recurrir a la introspección para poder hacernos una pregunta muy importante: ¿De dónde viene realmente?
Hagamos un viaje por nuestra historia personal, recordemos situaciones, lugares, olores, temáticas en nuestra vida, relaciones toxicas, dolores provocados, perdidas, etc.
- Ser compasivos y responsables con nosotros mismos. Una vez que logramos reconocer el verdadero causante de este sentimiento negativo vamos a saber cómo actuar para lograr esa liberación, si es por medio del perdón, del amor, tomando distancia, recuperando el contacto, viendo con ojos adultos esa situación de niños que en ese momento no supimos como atravesar, entre otros.
En esta etapa es muy importante hacernos responsables de que ese sentimiento nos pertenece, está dentro de nosotros y nosotros debemos saber liberarlo. Por eso es tan importante no buscar culpables, no volver sobre el pasado de manera hiriente, no culparnos ni trasladar esa molestia a una situación o persona fuera de nosotros mismos. Esto no significa que somos responsables de lo que pudo haber pasado, sino que hoy somos responsables de liberarlo. Y como tal, darnos un manto de perdón, amor y compasión para poder superar definitivamente esto que tanto nos duele y no nos deja vivir en armonía con nosotros mismos y otros.
Con esta práctica vamos a poder a alivianar las mochilas que traemos del pasado, poder conocernos y así mejorar la dinámica en relaciones con nosotros mismos y otros. Cuando liberamos las emociones negativas que arrastramos del pasado nos convertimos en personas consientes y libres. Recuerden que el autoconocimiento es una búsqueda invaluable para ser más felices.
Aguardo sus cometarios y espero que puedan implementarlo en sus vidas.
Les dejo un video donde hablo un poco más sobre este tema.