“Hay una cosa de la que estoy seguro: tarde o temprano no tendremos más remedio que cruzar el río e iniciar la revolución más importante de las que ha habido: conocerse por dentro, gestionarse a sí mismo y poder entonces abordar la tarea de controlar la que está por fuera.”
EDUARD PUNSET
¿Qué podemos encontrar cuando elegimos meditar? ¿Porque es “bueno” meditar? ¿Porque cada vez más personas incluyen la meditación en su vida diaria? ¿Puedo meditar? Estas solo son algunas de las preguntas que podemos hacernos antes de iniciar una práctica o cuando estamos averiguando de que se trata la meditación.
La meditación no es una práctica puramente espiritual o religiosa guardada solo para personas selectas con gran potencial. Es para todos y podes iniciar en cualquier momento. Hay muchas maneras de meditar, solo con tomar conciencia real ya estamos iniciando una meditación.
Meditar es ir hacia adentro, a nuestro verdadero ser, al conocimiento de quien somos realmente. Esta práctica nos une con nuestro potencial dormido dentro de nosotros, con la calma que perdemos en el día a día, la armonía y equilibrio que nos mantiene de pie en esta vida. Ir hacia adentro con conciencia y por elección nos hace reconocernos, vernos claramente y saber quién somos. Esa unión que lleva la practica nos otorga bienestar, paz, armonía y en la mayoría de los casos un amor pleno dentro nuestro.
Para meditar solo debes querer encontrar estas características dentro de ti y la voluntad te llevara de la mano para lograr este desafío de saber más sobre ti mismo. La constancia de esta práctica mejora notablemente nuestra calidad de vida.
EL LUGAR: Podes hacerlo al aire libre o armar un lugar en tu casa. Podes decorar este espacio a tu manera, poner sahumerios, velas, lecturas, almohadones, alfombra, malas o rosarios, imágenes, música, etc.
LA ROPA: Como cualquier práctica es importante que uses una ropa holgada y cómoda. Así como usas ropa para dormir o entrenar en el gimnasio, para meditar es necesario que tengas ropa especial, así tu mente al ponértela se preparar para la experiencia.
POSTURA: Podemos sentarnos en una silla, contra la pared con piernas extendidas o en la postura cómoda con las piernas cruzadas, si optamos por esta última es necesario usar un almohadón en los isquiones para que las caderas queden alineadas con las rodillas. Para todas las posturas es necesario que la columna se encuentre erguida, no rígida. Brazos flojos con las manos apoyadas en las rodillas, palmas hacia abajo o hacia arriba. Cómodos por sobre todo, pero no lo suficiente como para dormirnos. Es importante lograr la meditación sin dormirnos para lograr conciencia en este despertar.
MOVILIDAD: Es importante quedarnos lo más quietos posibles, lidiar con la incomodidad y los pensamientos fluctuantes. Esto nos llevara a conocernos y observarnos. Es preferible realizar una práctica corta, pero mantenernos muy inquietos.
MEDITACIÓN: Luego de acomodarnos en la postura vamos a realizar un escaneo corporal desde los dedos de los pies, pasando por piernas, isquiones, columna vertebral completa, hombros, brazos, manos, abdominales, pecho y la relajación completa del rostro. Los pensamientos vendrán a nosotros hasta que podamos ignorarlos, es necesarios dejarlos fluir sin compenetrarnos en ellos, dejarlos pasar como nubes en el cielo. Luego abordamos nuestra respiración sin modificarla ni controlarla, simplemente observándola minuciosamente. Volviéndonos espectadores de nuestra mente y nuestro cuerpo pero sin implicarnos íntimamente. Utilizaremos la inhalación para sentir la energía que ingresa y la exhalación para liberar tensiones indeseadas. Agradeciendo y tomando conciencia de este aire de vida en nosotros.
RESULTADOS ESPERADOS: Si logramos conectarnos en la meditación, podemos sentirnos livianos, relajados, saludables, alegres, amorosos, tranquilos y armónicos. La práctica constante nos llevara a tener estas sensaciones más frecuentemente en nuestra vida aun en los momentos en los que no estemos meditando. Sentiremos nuestros pensamientos más tranquilos, menos abrumados y fluctuantes. Con la práctica progresiva también se afianzan nuestras emociones y logramos un control físico más tolerante a las incomodidades y a escuchar nuestro cuerpo. Nos conecta con nuestra mente, emociones y cuerpo, volviéndonos consiente de nosotros mismos.
NO RECOMENDADO: Hay algunas patologías que es necesaria la supervisión de un profesional para esta práctica: Enfermedades psiquiátricas, Trastornos de ansiedad, incluyendo trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo y fobias. Depresión, trastorno bipolar y otros trastornos del estado de ánimo.
Les dejo un link con una meditación guiada para principiantes, los invito a participar y dejar sus comentarios.